Un mal que me hace bien | EVAK.

Capítulo 7.

Jackson me hablaba animadamente, pero no lo escuchaba. Mi vista estaba en Chris quien estaba abrazando a su ex novia, miré indiferente aquella escena y Chris justo levantó la mirada.

-Se que no hablamos mucho pero sería genial que vayas- Jackson sonrió y me sentí mal por no haberle prestado atención a lo que me dijo.

-Si, estaré ahí, ¿Cuando?- Pregunté y Jackson me miró.

-El sábado, ven con quien quieras. Te espero en mi casa a las nueve- Jackson sonrió y se dio la vuelta para irse.

Lo vi alejarse, era mi compañero, siempre me ha parecido hermoso. Antes cuando estaba con Even siempre lo ponía celoso con el. Era alto, morocho y tenía la sonrisa más linda que había visto.

-¿Qué hacías hablando con Jackson?- Chris apareció de la nada.

-¿Qué hacías abrazado con tu ex?- Levanté una ceja y crucé los brazos.

-Hace mucho no la veía, terminamos bien- Chris se acercó y lo miré.

-Me invito a su cumpleaños creo- Le dije y lo abracé.

-¿Cómo que crees?- Cuestionó.

-No le presté mucha atención- Reímos y luego nos dimos un beso.

Luego de salir del instituto, Chris se despidió y sé marchó con William.
Miré a la heladería donde Even trabajaba. No sé como, pero algo me estaba impulsando a que vaya a ese lugar. Abrí la puerta rápidamente y el me miró. Me acerqué.

Nos miramos en silencio unos minutos.

-¿Vas a pedir algo?- Even preguntó y lo ignoré. Fue ahí cuando me di cuenta de donde estaba.

-Te extraño- Solté sin pensarlo dos veces y Even levantó las cejas. Me arrepentí tanto de haber pronunciado esa frase. Even salió de su lugar y me acorralo contra la pared más cercana de la heladería.
Se acercó, pegando su cuerpo completamente al mío. Mi corazón empezó a latir rápido, sentía que se me iba a salir. Las piernas me estaban fallando, no podía mantenerme de pie y me costaba respirar. Cerré los ojos cuando sentí su mano acariciar mi cintura por debajo de mi remera.

-¿Qué has dicho?- Susurró.

-Te extraño- Le respondí. No sé de donde había sacado tanto valor. No sé como fue que estaba tan decidido para venir hasta aquí y decirle que lo extrañaba.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando sentí los labios de Even en mi frente. Dejando un dulce beso.

-Mi amor- Dijo y me abrazó por la cintura. Todo mi cuerpo temblo. -Mereces ser feliz.

-Te amo- Lo miré fijamente y el negó con la cabeza. Las lágrimas caían por mis mejillas mojando mis labios. Soy la persona más estúpida y sensible que existe. Pasó su dedo por mi labio, y me miró.

-Isak, nunca olvides que te amé y que jamás nadie va a ocupar tu lugar.- Beso mi mejilla y volvió a su puesto de trabajo.

Aturdido salí de allí, Even no me llamó y yo no me di la vuelta para mirarlo.

Estaba perdido, nunca sería capaz de superarlo. No sería capaz de olvidar a la persona que más amo, la persona que fue mi primera vez en todo, la persona que me hizo feliz, qué me enseñó a quererme y sentirme orgulloso de lo que soy, la que con una simple sonrisa alegraba mi día y con sus besos me hacía sentir la persona más afortunada en el mundo. Even me enseñó a amar con sinceridad, fuerza, pasión y locura, pero también me enseñó que cuando menos lo esperamos alguien nos falla. Y a mi, me falló el.