Breathe (3º Temporada 'Y De Repente Tu) - League of Legends Fanfic

Capítulo XI

- Buenos días - susurró la muchacha con una sonrisa.

- ¿Q-Qué...?

- Nos ha jodido viejo - dije tumbado con los ojos tapados por mi brazo - Me debes quince monedas.

- ¡Zed! - gritó molesta la chica.

- ¿Maestro Zed? ¿Señorita? ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estamos?

- Hey, vosotros dos - comentó la grave voz de un hombre - ¿El viejo ya ha despertado? Si no es así, lo tiraré por la borda.

Alcé un poco el brazo, entonces vi como Hiart se levantaba despacio. Iba cabizbaja, su pelo la cubría por completo y sus pasos eran lentos. Se paró a escasos centímetros del hombre. Cabía destacar que este le sacaba cuatro cabezas. Era...Bastante alto y se le veía fuerte.

- Si no hubiera sido así...¡Me encargaría yo personalmente de que te ahogaras en el mar! - gritó seriamente.

Al escucharla, todos los viajeros la miraron desconcertados. Yo me senté y alcé una ceja. Tras unos segundos en silencio el hombre soltó una carcajada y el resto de personas le siguieron al reír. 

- Chica no sabes lo que dices - rió - ¿Acaso te has visto? Con una mano puedo lanzarte al agua, pero si lo prefieres...Puedo usarla para otra cosa...- puso la mano en el hombro de Hiart.

Estuve a punto de levantarme para reventarle la cara por lo que había dicho, pero la peliplata se movió ligeramente.

- Mejor usa la otra...- susurró - ¡Para vendarte la que te voy a romper!

Agarró la mano y la muñeca del hombre para seguidamente tirarle al suelo. Después colocó su pie en su garganta. Ahora si. Me levanté para cogerla evitando que le de diera un golpe. Ella movía las piernas rápidamente mientras intentaba soltarse. 

- Muy bien peliblanco - me habló con dificultad mientras se ponía de pie - Ahora haz que se calme - se marchó.

- No se preocupe - sonreí falsamente.

Abrí una puerta y me dirigí al camarote que nos habían dejado esos días. Tiré a Hiart en la cama aunque se levantó rápidamente para intentar salir. Yo me puse en medio para evitarlo.

- Déjame salir - se movía de un lado a otro.

- Quieta, quieta - tapaba la puerta - Cálmate.

Con el tono en el que lo dije, ni yo podía tomarme enserio. Las cosas como son, fue increíble lo que había hecho. Le cogí las manos, las puse detrás de su cintura y me acerqué a ella. Vi como se sonrojaba, evitaba que sus ojos chocaran con los míos por lo que agachó la cabeza. La agarré de la cintura, la subí un poco y sus piernas rodearon mi cadera para evitar caer. Quedamos en la misma altura, con nuestros labios a pocos centímetros de distancia. El barco pasó por una ola bruscamente, lo que nos hizo caer en la cama. Yo quedé encima de Hiart, notaba como deslizaba su mano desde mi pecho hasta el cuello para después comenzar a acariciar mi pelo. Estaba a punto de besar su mejilla pero la puerta comenzó a sonar. 

- ¿Zed? ¿Hiart? - preguntó el viejo desde el otro lado - El barco está cerca del puerto, daos prisa.

- Joder...- susurré mientras bajaba la cabeza.