secretos que nos destruyen hasta matarnos por completo.

1 0 0
                                    

Tú:

Hoy intente escribirte de nuevo, debo confesar abiertamente lo que era un secreto a voces, todo lo que he escrito este último año ha sido para ti.

Pero hoy ha sido diferente, hoy ya no me inspiras como antes y me duele aceptar que aunque aún hay mucho amor dentro de mí para ti has conseguido esconderlo entre las decepciones y tristezas que te haz empeñado en causarme.

Así que no te escribiré a ti, le escribiré a aquel que me inspiraba por horas, del que sin quererlo, me enamoré.

Te voy a platicar cómo empezó todo, creo que nunca te lo pude decir, te aparecías en mis pensamientos de la manera más libre que pudiese alguien aparecerse en mi mente. Y te quise de la misma forma libre de ataduras.

Me ha costado aceptarlo más siempre lo he sentido, hubo un momento en el juego en donde éste se tornó en una ráfaga de ternura que tengo por ti. Por ti, pero lamentablemente no contigo.

Ha pasado casi un año de aquel primer beso en la madrugada, aún recuerdo la sensación del primer roce de tus labios en mi cara, puedo sentir los nervios que sentí cual si fuera ese mi primer beso, el beso que siempre hubiese estado esperando, y fue una noche de besos interminables, "Creo que no había besado a alguien tanto desde la secundaria" me dijiste con esa media sonrisa que me mata, y volviste a besarme hasta que amaneció.

Ha pasado casi un año de ello, así que era el momento exacto y el tiempo justo en que intentara describir lo que siento por ti; lo que he sentido por ti durante los casi trescientos sesenta y cinco días, mas no las ocho mil setecientas horas. Los más de trescientos días durante un brevísimo instante. Ya sea tu mirada o ya sea tu sonrisa. O esas canciones que disfruto tanto como un placer culpable que sería una analogía de ti.

Eres un placer culpable. Eres el placer culpable. Eres mi placer culpable.

Te he deseado durante apenas trescientos instantes. Te he querido, te he admirado, te he permitido que me fascines alrededor de las cosas más simples que te forman entero, pero sobre todo te he idealizado.

Te he querido. Y te he querido sin celos. Te he querido libre y por eso sé que ha sido sincero, nunca quise agotarnos, complicarnos, porque realmente no quería que terminara.

Eres aquello que siempre he querido dejar al aire para que perdure, para que se quede y para que madure.

Y ya no tiene sentido lo que digo…

Y ya no tiene sentido que escriba para alguien que quizá cuando me evita, lo hace adrede o simplemente no se da cuenta que me evita que es aún peor.

Todos en este maldito planeta somos tan simples y tan promedio, que me encarna de nuevo la rabia por verte especial. Y es esta misma rabia con la que pretendo escribirte de mi puño y letra para que este sentir se desvanezca y vuelva a ser libre, vuelva yo a ser mía.

Estoy contenta si has decidido quedarte con alguien más, incluso si estar en soledad es mucho mejor para tu vida que mi compañía, o si has decidido quedarte incluso con pedazos de todas aquellas que mueren por ti, ¿Pero sabes algo? Yo no. No, yo no muero por ti. Yo elijo vivir contigo viviendo. Vivir ambos en paralelo. Separados. Derecho e izquierdo. Vivir no contigo, sino a pesar de ti si eso haz decidido.

Y me agoté de detalles para alegrarte, me cansé de darte noches para complacerte, me acabe los clichés para expresarte lo que siento por ti.

Creo que esa última frase fue todo lo que tuvo sentido de lo que acabo de escribirte.

Lo siento.

~Anonimo🌙

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 05, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una Adolescente sin punto final  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora