¿Confías en mí?

Capítulo 6

Al día siguiente libraba así que podía aprovecharlo buscando un piso compartido. Cuando me levanté salí de la habitación y fui al salón.

-Buenos días- me dijo Fernando que estaba sin camiseta con un bol de cereales-. ¿Qué te apetece desayunar?

-Buenos días- le contesté buscando a Carlos con la mirada-. No te preocupes, debería irme ya, ¿sabes dónde está Carlos? Me gustaría darle las gracias.

-Ha salido- intervino Federico por detrás de mí y dirigiéndose a la cocina-. No tardará en venir.
-Bueno pues ya le daré las gracias, me voy a cambiar- les dije pero antes de que pudiese darme la vuelta para irme al dormitorio la puerta del piso se abrió.

-Hola chicos- saludó a Fer y a Fede-. Diana- terminó sonriéndome.

Venía de correr y estaba sudando.

-Me voy a la ducha- continuo dirigiéndose al baño.

-Carlos- le llamé.

El retrocedió y me toco el brazo.

-Dime.
-Me voy a ir a la pensión ya, tengo que hacer muchas cosas.

-Pero, ¿has desayunado?- me preguntó y le respondí ladeando la cabeza-. Pues desayuna y luego te acercó.

-No hace falta, solo quería darte las gracias por todo- le dije sonriendo.

-No me enfades- me comentó riéndose-. Desayuna tranquilamente en nuestra casa y te llevó- terminó empujándome al salón.

No me dio tiempo hablar cuando Fede ya me estaba calentando otro vaso de leche.

-Es muy cabezota- me comentó Fede dejándome el vaso en la mesa donde estaban ellos sentados.

-Ya veo- contesté un poco molesta por su cabezonería.

-Cuéntanos Diana, ¿cuánto llevas trabajando en la cafetería?- me preguntó Fede mientras movía el café en la leche.

-Hace una semana- contesté.
-¿Y solo trabajas o también estudias?- me preguntó Fer.

-Pretendo empezar la universidad en septiembre, el otro día eché la matrícula en la universidad privada de aquí- contesté un poco abrumada por el interrogatorio que me estaban haciendo.

-Carlos también va a esa- comentó Fer añadiéndose a la conversación-. ¿Y qué quieres estudiar?

-Veterinaria, si consigo ahorrar lo suficiente este verano esa es mi idea- contesté a Fer.

-¿Tus padres no te pueden ayudar?- me preguntó Fede.

En ese momento me quedé un poco bloqueada, me daba miedo comentarles de donde venía, muchos compañeros nuestros nos habían dicho que cuando dices que vienes de un centro de menores ya te juzgan sin conocerte.

-No están en Madrid- mentí-. No pueden hacerse cargo de mis gastos, bastante que me pasan una paga- terminé mintiendo y justificando de alguna forma la paga que me dan por orfandad.

-¿Estás viviendo sola?- preguntó muy interesado Fer, Fede en cambio me miraba con la frente arrugada.

-Sí, estoy en una pensión hasta mañana, esta tarde quería mirar pisos- contesté terminándome la leche.
-Nosotros buscamos compañero- comentó Fer mirando a Fede-. Preferíamos un chico pero a mí me da igual que seas una chica.
-Se podría valorar- comentó Fede serio.

-Podrías irte con Carlos a la universidad-continuó Fer intentándome convencer.
-Pero soy una chica...

-¡Por eso no te preocupes! Ahora hablamos con Carlos cuando salga- me interrumpió Fer.
-Bueno, a ver que dice él- terminé al fin el vaso de leche.