Harry Potter y La Maldicion del Sueño Oscuro.

Cap 5 La Boda de Hagrid

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La Boda de Hagrid

Eran las 2:25 de la madrugada, todo era silencio y tranquilidad en la casa de los Weasley. Ese silencio fue roto por unos ligeros pasos hacia la sala.

Era Halley, que se había despertado a causa de una pesadilla. Una voz de ultratumba le había ordenado que dijera una palabra o palabras, se trataba de algún tipo de hechizo o algo así.

Halley despertó sobresaltada, sudando y con un gran dolor en el hombro derecho. Se desabotono la camisa de la pijama para descubrirse el hombro. Estaba amoratado, como si se hubiera golpeado con algo. El moretón era pequeño, redondo y de un color muy oscuro, casi negro.

[Que raro! Ayer no tenía nada, y de pronto me aparece este  moretón]

Una voz masculina, que provenía de la cocina, la sacó de sus pensamientos…

- No puedes dormir?

Halley volteó para ver quien le hablaba. Se trataba de Bill.

- No -dijo ella, cubriéndose el hombro con rapidez- y veo que tú tampoco!

-Yo solo bajé a tomar un poco de agua! -dijo Bill, y luego notando que Halley estaba algo extraña, preguntó- Estas bien? Te ves un poco agitada.

- Si, estoy bien -dijo Halley mirando fijamente a Bill.

Bill Weasley era muy guapo y lo peor de todo  era que él lo sabía. Traía su largo cabello rojo, suelto y solo usaba un bóxer azul marino y una camiseta blanca pegada al cuerpo. Un cuerpo anatómicamente perfecto, ya que se podía ver a simple vista: su espalda ancha, sus brazos fuertes, su pecho duro y un abdomen muy marcado; sin contar que el bóxer dejaba al descubierto unas piernas bastante fuertes y cubría un trasero enorme y firme.

Todos los varones de la familia Weasley eran muy guapos, incluso Ron, pues en estos últimos meses había cambiado muchísimo: se había estirado más, su musculatura se había desarrollado y su rostro le había ido cambiando poco a poco hasta hacerlo varonil y muy atractivo. Todos eran muy guapos, pero sin duda, el más atractivo de la familia era Bill.

Halley no pudo evitar darse cuenta de todos los atributos físicos que su cuñado poseía, y al parecer a Bill le pasaba lo mismo con Halley.

- Será mejor que me vaya a dormir! -soltó Halley.

- Yo también! -dijo Bill- Mañana hay mucho que hacer!

- Hasta mañana! -se despidió Halley y subió a su habitación.

Los siguientes días pasaron normal. En general todo se encontraba bien. Harry, Halley y todos los demás se la estaban pasando muy bien, excepto por algunos inconvenientes:

Fred y George tenían que estar en la tienda de bromas y aunque Katie y Halley les ayudaban, los gemelos se la pasaban resolviendo sus asuntos de finanzas y casi no tenían tiempo para estar con las chicas.