Seis (Uno)

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Mi última semana de descanso.

Lunes:

Realmente me aburren los lunes ya que por lo regular mi familia suele estar junta... Bueno solo durante las mañanas aproximadamente hasta eso de las ocho cuarenta.

Hoy no pienso salir de mi habitación hasta que todos se hayan ido, ya que a parte no puedo o más bien no debo quitar el seguro de la puerta ya que Daniel vino a pasar aquí el domingo... Y hasta durmió a un lado de mi cama...

Es divertido y muy chistoso, enserio que no pensé encontrar a una persona tan increíble como el, durante la noche estuvimos hablando de sus tonterías, amigos, familia, eventos, aventuras, borracheras y hasta de sus viajes.

Pasan de las ocho cincuenta de la mañana y por fin abro la puerta de mi habitación, antes de salir le pido a Daniel que suba a mi cama para que se duerma un rato más, momentos después bajo a la cocina y preparo algo de desayuno para Daniel y para mí.

Subo a mi habitación y enciendo la televisión, Daniel se mueve en la cama y se envuelve en las cobijas, apenas me ve me sonríe y me da los buenos días.

Bajo a la cocina y sirvo el desayuno, subo a mi habitación con mucha precaución ya que llevo una bandeja en las manos.
Al regresar veo mi cama tendida, la ventana abierta y las cortinas sueltas.
Al entrar dejo la bandeja en el escritorio y me dirijo hacia la ventana.
Abro un poco las cortinas y logró ver como Alonso se acerca.

De inmediato cierro la ventana y las cortinas, Daniel sale del baño y me toca el hombro, al voltear le señaló el escritorio y momentos después nos ponemos a desayunar, escuchamos como suena el timbre pero aun así lo ignoro, Daniel se da cuenta de eso y mejor no dice nada, no pasa mucho tiempo y deja de sonar el timbre, seguimos desayunando y nuestra mañana se pasa volando.

Pasan ya de las dos de la tarde y Daniel se tiene que ir a su casa porque va a ir a cuidar a su hermana ya que se enfermó y su mamá no puede ya que está trabajando, realmente admiro mucho a su mamá ya que me ha contado cosas increíble y maravillosas sobre ella.

Apenas se va pongo mi música algo fuerte de volumen y es ahí cuando recuerdo que le había mentido a Alonso haciendo de cuenta que yo no me encontraba en casa...
No pasan más de quince minutos y es ahí cuando escucho sonar el timbre, era el... Era Alonso, podía estar segura de ello.

No me quedaba otra opción más que verlo... Me dirijo hacia la puerta, al abrirla la está en frente mío, nos quedamos callados y momentos después su única reacción es tomarme entre sus brazos sin decir nada. Al alejarme de su cuerpo logro ver sus ojos llenos de brillo... Un brillo que reprimía algunas lágrimas silenciosas...
Realmente al verlo me sentí pésimo, me sentí la peor persona que podía existir, me sentí realmente la menos indicada para estar con él.

Alonso:

Vine por la mañana a ver si estabas, pero no respondiste.

Julieta:

Si estaba... Pero seguía dormida y hace un momento desperté.

Alonso:

Ya veo, pero dejando eso a un lado, quiero que hablemos de lo que paso el sábado.

Julieta:

¿El sábado? ¿Qué paso el sábado?

Alonso:

Pues tú dime

Julieta:

Pues nada, solo estuve encerrada en mi habitación escuchando música todo el día.

SecundariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora