Secundaria

Seis (Dos)

Jueves:

Otro día que no me quiero parar... No sé qué me pasa pero realmente no tengo ganas de nada, mi celular lo perdí en alguna parte de mi cama, pero aun así no lo pienso buscar a menos de que lo necesite o algo. Paso el día acostada y sin ganas de hacer algo, escucho sonar mi celular por lo bajo pero no lo encuentro, para terminar creo que es Daniel el que me está marcando.

Me levanto de la cama de un solo salto y aviento todo con tal de encontrar mi celular, lo escucho sonar de nuevo y creo que esta debajo de la cama pero mi cama no la puedo mover... Meto mi mano por la cabecera y siento mi celular, de nuevo está sonando y trato de estirar mi brazo un poco más, por fin... Por fin tomo mi celular y veo que efectivamente si era Daniel, de inmediato le mando un mensaje.

Julieta:

¿Qué paso?

Daniel:

¿Estas molesta conmigo?

Julieta:

No, obvio no.

Daniel:

¿Entonces por qué no respondías?

Julieta:

Por qué se había caído mi celular en un lugar y me costó sacarlo de ahí.

Daniel:

Bueno... ¿Quieres salir?

Julieta:

Claro, ¿A dónde?

Daniel:

A mi lugar favorito, que por cierto... Tú serias la primera persona que lleve ahí.

Julieta:

Me siento alagada con tu comentario, llego en cuarenta minutos a tu casa.

Dejo mi celular cargando y rápido busco un pantalón azul, blusa blanca de hombros caídos, gabardina verde militar y mis tenis blancos, tomo una mochila en la que guardo algunos dulces, audífonos, mis cigarros con encendedor y mi perfume.

Salgo de casa y tomo mi penny, a penas comienzo a avanzar escucho la voz de Alonso gritando mi nombre pero aun así decidí no mirar... Voy sobre la banqueta disfrutando del clima ya que de nuevo estaba algo nublado y aparte que por fin me encontraba fuera de mi habitación y hasta el viento era diferente.
Al llegar a su casa, me deja pasar y se encuentra su hermana y su mamá, me miran raro pero a pesar de eso no me pensaba sentir incómoda.

Su hermana apenas me mira, me sonríe y sale corriendo, al regresar me extendió la mano y tenía en ella un dulce, lo tomo y ella me sonríe, se sienta a mi lado y se acuesta en mis piernas, esto me resultaba lindo pero un poco incómodo, ya que no suelo llevarme bien con los niños. Daniel por fin sale de su habitación, sale con su mochila puesta y las llaves en la mano, apenas lo ve su hermana se lanza a sus brazos y le dice algo al oído, Daniel me mira y sonríe, no sé qué le dijo su hermana pero espero haya sido bueno.

Nos ponemos en marcha pero por lo visto es fuera de la cuidad ya que estamos cruzando la autopista realmente solo vamos él y yo, riendo por todo, cantando, comiendo dulces y hasta fumando, está prohibido si... Pero nos estamos moderado.

No se por cuánto tiempo duermo pero al despertar veo unos árboles enormes al frente mío y logró escuchar una cascada creo.
No sé por qué pero me gusta el aroma a tierra mojada, bajamos de inmediato y me pide que lo tome de la mano, le hago caso y sigo sus pasos.