No te Amo

Capítulo único

Va, siento que esta historia es lo más wtf e incoherente que he escrito en los últimos tiempos pero era una promesa que lo haría así que aquí está. El KrisYeol no es una de mis parejas favoritas (aunque no me molesta) así que tuve que leer unas cuantas historias para medio inspirarme. Espero que les guste.

Pd: para mí fue tan raro escribirlo como siento que para ustedes lo será leerlo.

Chanyeol tenía nueve años cuando conoció a Yifan, quien tenía 11 años en ese entonces. El chino se había mudado con su madre luego de que ésta y el padre del menor se divorciaran, en Canadá. El niño chino era muy serio a causa de esto. En el primer encuentro de ambos niños, durante una fiesta de bienvenida en la casa de los Park, Yeol vio a Yifan fruncir el ceño a toda aquella persona que se le acercara, e incluso, el chino había dejado más de un intento de conversación a medias, apartándose de forma irrespetuosa y falta de interés. Chanyeol no quiso hablar con ese niño luego de verlo darle aquél trato hostil a su familia.

Para desgracia del menor de los Park, sus decisiones no tenían valor si iban en contra de las de sus padres. Por este motivo, él terminó siendo arrastrado por su madre hasta quedar frente a frente con el chino.

ーEste es mi hijo menor, su nombre es Chanyeolー presentó la mujer, Yifan asintió, dándole una mirada rápida al coreano y regresando a mirar a la nada,  con seriedadー si te parece bien, Yifan, tú y Yeol pueden subir al cuarto de Yeol a jugar videojuegos…

ー¡Mamá! ーse opuso rápidamente Chanyeol. La mujer ensanchó su sonrisa, luego de golpear la cabeza de su hijo.

ー¿Podemos? Me gustaría hacerloー habló Yifan con su acento extraño y la mirada fija en el menor.

La señora Park asintió con alegría y empujó a los niños hacia las escaleras. Chanyeol no tuvo más opción que guiar al chino a su cuarto. Estando allí, Chanyeol miró a Yifan con seriedad. Con aquella seriedad nada característica de él que lo hacía verse un poquito menos aniñado de lo normal. Por el contrario, cuando la puerta de la habitación fue cerrada, el gesto de Yifan se transformó, rápidamente, en uno de profunda curiosidad e ingenuidad infantil.

ー¡Me gusta tu cuarto!ーhabló el mayor, con tal emoción y una sonrisa tan radiante, que dejó desconcertado al menor de ambos.

ーEs normalーsuspiró Chanyeol, rodando los ojos. Él no se iba a dejar engañar por el niño irrespetuosoー¿Qué quieres jugar?

El mayor lo pensó un momento y empezó a desordenar los juegos de Yeol, buscando algo interesante. Su sonrisa no desapareció en ningún momento, como el ceño de Yeol tampoco lo hizo. Luego de una tarde de juegos en que los papeles de personalidades se habían invertido, ellos formaron una extraña pero inquebrantable amistad.

***

Actualmente, habían pasado ocho años del primer encuentro de los chicos. Ellos no habían cambiado mucho, por lo menos en sus personalidades y su comportamiento con el otro, es decir, Chanyeol aún era un chico alegre y de emociones explosivas y Yifan era un joven frío e irrespetuoso con quien se le cruzara, aún así, estando a solas, los papeles se invertían instantáneamente, incluso, estando en la escuela, y con la mirada de todos en ellos, para Chanyeol era común tratar con frialdad y sin tacto a Yifan.

Ahora bien, si se hablaba de la apariencia física, era muy notorio que de los niños que se conocieron hace años, ya no quedaba más que un recuerdo. Chanyeol y Yifan habían crecido en cuanto sus cambios hormonales hicieron de las suyas. La voz de ambos se hizo grave y sus rostros se hicieron más maduros. Yifan empezó a teñir su cabello de rubio desde los 15, y Chanyeol, oscureció el suyo desde los 13, hasta hacerlo completamente negro, manteniéndolo lo suficientemente corto como para dejar ver sus orejas (de las cuales se sintió inseguro hasta los 12 años), pero lo suficientemente largo como para cubrir la totalidad de su frente y mantener un aura infantil en él. En las escuela, ambos eran la definición perfecta de popularidad, uno por ser el típico chico frío, y el otro por ser el chico dulce y servicial, ambos, absurdamente deseados, pero en sus propios mundos lejanos, a causa de las diferencias de edades.