XVII- Frío y calor.

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~ ¿Necesitamos a alguien solo para sentir que estamos bien? ¿Es la única razón por la que me abrazas esta noche? ¿Porque tenemos miedo a estar solos?- Scared to be Lonely - Martin Garrix & Dua Lipa.~

Día 6 conviviendo con Harry:

Agua. Agua rodeándome y vasallos persiguiéndome. Corría, escapando de morir ahogada o de algo peor. Las olas se abalanzaban sobre mí, los esclavos de la oscuridad me pisaban los talones. Mis pies ardían pero temía que las grandes paredes de agua cayeran sobre mí. Me sentía débil, ese poder que alguna vez había sentido dentro de mí había desaparecido pero aún así seguía, corría y luchaba tratando de no perder la poca valentía que conservaba. Mis oídos fueron aturdidos con el sonido del frenado de un coche y un gran estruendo. El agua desapareció y grandes cipreses crecieron de la tierra húmeda. Mi piel se rasgaba y una puntada de dolor en mi cabeza hizo que me retrorciera de dolor. Mis manos se llenaron de sangre al tocar mi cabello. Mi vista se encontró con una escena trágica. Mi pecho se contrajo, provocando un dolor inimaginable y mis ojos se ahogaron en lágrimas. Frente a mis ojos estaba mi familia, o lo que quedaba de ella, muriendo entre hierros y pedazos de carro. 

-¿¡Qué clase de tortura es esta!?- Grité con mi pecho ardiendo.

El silencio cortaba y la escena se desfiguraba con cada lágrima que caía como si fuera un lienzo de acuarelas. Otra vez agua pero esta vez ya me sentía ahogada y las imágenes de la tragedia retumbaban en el vacío. Podía sentir la presencia de los vasallos, acechando pero mis piernas fallaron y no tenía fuerzas para huir. Caí y toda la debilidad que trataba de ocultar estalló. Miles de ojos me juzgaban desde las olas. Me sentía avergonzada y pequeña ante esas miradas. El aire frío me envolvió, quitándome el aliento. Tenía miedo de cerrar los ojos, por que sabía que al cerrarlos volvería a ver esa escena. Una risa destruyó el silencio. Cada vez me sentía más miserable, no podía soportarlo. La risa cada vez era más fuerte y mis oídos sufrían. Tapé  mis orejas tratando de amortiguar ese sonido ensordecedor pero aún seguía ahí, destruyendo mis tímpanos. Esa malévola risa provenía desde mis adentros, no había escape. Cerré los ojos rendida ante esa tortura y los vi. Pude ver esos faroles verdes brindándome calma. De repente, no sentía frío, ni vergüenza, tampoco escuchaba esas carcajadas crueles.

Abrí los ojos reconociendo mi habitación debajo de toda la materia que había creado. Me senté en la cama procesando el sueño lentamente. Las pesadillas cada vez eran peores, más horrorosas y reales. Todos parecían ser advertencias de la oscuridad pero este último parecía un recordatorio, uno que me mostraba de lo que era capaz y de lo que haría si seguía ese camino. No quería volver, no volvería a vivir con ese miedo irracional que le tenía. Miré la hora en el reloj de mi mesita de noche, mediodía. ¡Mediodía! ¿Cómo pude dormir hasta el mediodía? Me levanté algo cabreada y me vestí con ropa cómoda, iba a ser otro día sin hacer nada productivo. Nora ya no estaba y Harry se encontraba entretenido en su laptop. Mejor así, no me había levantado con el mejor humor y no quería lidiar con nada ni nadie. Entré a la cocina en busca de mi desayuno-almuerzo.

-Buenos días, bella durmiente.- Harry me saludó desde el umbral de la puerta.

Podía sentir su mirada sobre mí espalda y eso me incomodó. De pronto, sentía un ardor fuerte en mi pecho que hizo que recargara mi peso sobre la mesada y cerrara fuertemente los ojos.  Tratando de ignorar esa molestia lo saludé, incorporándome y volviendo a mi tarea de calentar mi almuerzo.

-Te estaba esperando para almorzar.- Imitó mis acciones.

Le sonreí de forma forzosa y me senté en silencio. No entendía ese dolor repentino, parecía como si mi pecho estuviese siendo regado por nitrógeno liquido. Sentía mi garganta atascada y no tenía apetito. Miré mi plato de comida y suspiré frustrada. Sabía perfectamente que estaba sucediendo conmigo. Esta noche habría cambio de luna y eso significaba que el hechizo se completaría. Significaba que Harry se iría, que seguiría con su vida y yo con la mía y todo lo que había sucedido quedaría atrás. 

Dorchadas Álainn ||H.S|| a.u (Wattys 2019)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora