Háblame de ti

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Prólogo

Me desperté con un grito. El sudor recorría mi frente y mi espalda. Me gire para ver el reloj, eran las 3 de la mañana. Estuve quieta durante unos minutos hasta que mi ataque de ansiedad pasó. Me levanté fui a mi baño y prendí la luz, cerré los ojos como primer instinto al momento que la luz se encendió, me vi en el espejo. Mi frente estaba sudorosa y mi cabello despeinado, tome una liga del cajón y recogí mi cabello en una coleta para después lavar mi cara.

Comprendí al instante que no podría dormir en un buen rato así que fui a mi cocina, tome un vaso de agua y después saqué un bote de nieve del congelador y me dedique a ver películas hasta que mostré el primer indicio de sueño así que lo aproveché y volví a la cama y por fin pude dormir.

A las 7:00 mi despertador ya estaba sonando para indicarme que tendría un largo día de trabajo. Me levanté y fui directo a mi baño para tomar una ducha. Cuando salí cepille mi cabello y mis dientes, me maquille un poco, tome mis llaves y salí de mi departamento. Camine unas cuadras hasta llegar al Starbucks de todos los días.

-Buenos días Sky ¿Qué vas a querer hoy?

-Hola Will, dame lo que sea que logre despertarme.- Dije al joven frente a mi que me atendía todos los días.

-¿Quieres un americano normal?

-Si, me parece bien

Espere unos minutos a que me entregarán mi café, lo pagué y salí de ahí para llegar a mi trabajo. Camine unas cuadras más y llegue por fin a mi edificio. Subí hasta mi piso, el piso 8, y salude a Kim mi secretaria coreana. Entré a mi oficina, deje mi bolsa y salí a la sala con Kim.

-¿A qué hora tenemos la cita con Stephanie?.- pregunte

-Llegara en 20 minutos doctora.

-Kim, no me llames doctora ya te lo he dicho. Soy Sky

-Esta bien

Entré de nuevo a mi oficina, me senté en el sillón y comencé a tomar mi café. Recibí la habitual visita de Alex, mi mejor amigo, y el al instante supo que no había dormido, supo que había tenido la pesadilla de nuevo. Después de unos minutos tocaron la puerta de mi oficina y colgué, Stephanie había llegado para su cita. Hice pasar a la adolescente y me senté en mi sillón individual. Empece a preguntarle sobre su semana y todo lo habitual y luego fui directo al grano.

-¿Cómo esta tu padre?

-Mi mama dice que esta mejorando, pero creo que sólo lo dice porque no quiere que mis hermanos sé pongan tristes. Mi papa va a morir pronto.- Respondió ella. No entendía como una adolescente podía ser tan fría respecto a sus sentimientos y estar en terapia. Yo soy fría pero la vida me ha hecho así a lo largo de 26 años.

-¿Cómo te sientes tu sobre eso?

-Pues claro que estoy muy triste y he llorado demasiado Diciendo que esto no es justo porque mi padre es una buena persona, pero no puedo dejar que eso me hunda, nosotros creamos nuestras propias lagunas ¿no?.- Dijo ella con una sonrisa. Yo le había dicho eso en su primera cita conmigo.

Le devolví la sonrisa y tome apuntes en su bitácora de avance. La cita avanzo como habitualmente y al final le ofrecí galletas que había comprado Kim esa mañana para mi, ella tomó una, se despidió y se fue con su madre. Stephanie era mucho más fuerte de lo que imaginaba, yo no podía comprender porque su mama le pagaría a una psicóloga por problemas que su hija no tiene.

Respire profundo y salí a la sala de espera con Kim, ahí había alguien con ella. Cuando notaron mi presencia ambos voltearon y vi a un hombre alto, cabello casi tan oscuro como el mío, barba de unos 6 o 7 días, una bella sonrisa y ojos claros miel.

-Doctora estaba esperando verla, mucho gusto. Mi nombre es Derek

Así fue como empezó todo.

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