8.

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Me desperté y tenía a Ana durmiendo a mi lado, creía que había sido un sueño pero ella estaba ahí. Mire la hora y tenía que ir trabajar aunque moría por quedarme con ella en la cama y pasar el resto del día así.
Prepare el desayuno y se lo deje en la mesa con una carta que decía que volvía pronto.

Entre al vestuario y Willy no se encontraba allí. Sus cosas no estaban, era raro ya que el siempre era el primero y el último en irse.
Salí directo a la sala principal para ayudar en los últimos detalles para la noche del estreno de la nueva obra que estaban haciendo. Mientras ayudaba con el telón buscaba a mi alrededor a Willy. Nadie sabía nada de el.

El día en el trabajo había sido tranquilo y mañana tendría mi día libre. Volví a buscar mis cosas, me cambie de ropa y me coloque la mochila en mis hombros.
Sentí vibrar mi celular en el bolsillo, iba camino a la salida hablando con uno de mis compañeros, nos reíamos de cosas que no tenían sentido. Todo marchaba bien.

- ¿Hola? - dije al atender el celular.

- Hola Cameron disculpa que te moleste, quería avisarte que mi padre está enfermo y no irá a trabajar estos días ¿Puedes avisar? - dijo Karen del otro lado.

- Claro ¿Como esta el? - pregunte algo despreocupado.

Un largo silencio del otro lado del tubo logró que mi cuerpo sienta un escalofrío. Corte la llamada, hable con nuestro jefe y salí directo al hospital.
Cuando llegue Karen estaba sentada con la mirada perdida, su madre hablaba por teléfono y otra chica estaba abrazada con alguien. Me acerqué despacio y puse mi mano con cuidado sobre el hombro de Karen, ella me abrazo enseguida.
Willy estaba enfermo hace un tiempo, sólo que el nunca había dicho nada. No sabía que tan grave podía estar una persona, Karen no podía explicarme que pasaba ya que enseguida se ponía a llorar.

- Hola Willy - dije entrando a la habitación.

- Pequeño - respondió y sonrio - No quería que me veas así.

- ¿Por qué no me dijiste nada? De alguna manera quizás podía ayudarte.

- Cameron tu vida recién empieza. Tienes que ocuparte de ti, de tu familia y novia no de un viejo enfermo - contesto.

- Nos conocemos hace mucho tiempo, fuiste el primero en darme la bienvenida. El único que me hizo sentir como en casa en el trabajo. No eres ningún viejo, eres mi amigo.

Willy era más que un amigo. Cuando comencé a trabajar fue quien me trato como uno más. Fue quien me enseño como se manejan, como se hacen las cosas.
Fue mi primer amigo y creo que el único. Siempre se interesó por mi, me aconsejó y cuido siempre que pudo. Una figura muy importante en mi vida.

- Este viejo ya no sirve para nada - dijo despacio - Eres el hijo varón que nunca tuve pequeño.

- Y vos fuiste esa figura paterna que nunca tuve - sentí un nudo en mi garganta. Y una lágrima recorrio mi rostro.

Hablamos un rato. Le conte cosas del trabajo y recordamos momentos que vivimos juntos. Apretó fuerte mi mano y me despedí de el, tenía que descansar un poco.

Esa tarde volví con pocas energias a mi casa. Llame a mi madre y hable con ella después de mucho tiempo. Me alegraba saber que estaba bien y disfrutando lo que nunca pudo hacer.

- Mamá ¿recuerdas a Willy? - le pregunté antes de cortar con la llamada.

- Si cariño claro, me has hablado mucho de él, se cuanto lo aprecias ¿sucede algo?

- Willy fue como mi padre está último tiempo. Me cuido y me aconsejo siempre - respondí con la voz quebrada.

- Lo sé cariño...

- Se está muriendo - dije con dificultad.

Me costaba hablar de la muerte. Es un tema delicado para mi, después de la muerte de mi tío. Y hace tiempo que no sentía ese vacío en mi pecho. Tenía ganas de gritar, de llorar lo que no lloraba hace tiempo. Pero no podía ni hacer eso, no tenía fuerzas.

Esa madrugada sonó mi celular, respire hondo y atendi. Esa madrugada mi amigo Willy había partido.

El amigo de mi hermano [2da temporada] - Cameron Dallas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora