U N O

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Meyou

― Vaya...menuda mierda ― dije con desganas...ni siquiera lo había dicho porque de verdad fuera una mierda, al contrario, ser suspendida por cinco días era algo para celebrar. El señor Malone, consejero estudiantil, cerró los ojos y bufó resignado por mi actitud. ― ¿Debería callarme? ― esa, es una pregunta que me hago aproximadamente tres veces al día, digo demasiada mierda y hay veces que no me doy cuenta si esa mierda está bien o está mal...por eso es mejor preguntarlo y salir de dudas

― Lárgate de mi oficina ahora mismo, Meyou ― tremendo consejero ¿No? En vez de intentar ayudarme lo que hace es salirme con patadas. En realidad no me importa, estoy acostumbrándome a que la gente me traté así. Además...me lo merezco...

― ¿Cuántos días eran, Mossey? ― pregunté con el ceño fruncido. Lo llamaba por su primer nombre para molestarlo más, me hacía gracia ver como sus fosas nasales se expandían a tal punto que podrías meter una jodida moneda allí y quedaría espacio. Menuda nariz se gasta este tipo.

― Cinco días y lamento que no sean más ― alcé los hombros con desinterés antes de abrir la puerta.

― Genial...nos vemos mañana ― hice una seña militar a él nariz de gorila y salí dando saltitos por los pasillos.

Por supuesto, no sin antes darle un jalón de con todas mis fuerzas a la cola de caballo de la perra de Indiana, quien estaba de espaldas al pasillo frente a su casillero, con la cabeza casi metida a este quiero pensar que retocando su maquillaje...o mejor dicho, perdiendo su tiempo porque ni siquiera una maldita cirugía plástica le va a quitar lo puta de la cara...y tirándola al suelo...ganándome un estruendoso "Ooh" de los presentes. La deje tirada allí, anonadada y también adolorida y le pasé por encima para poder salir del lugar, caminando a paso de tortuga para que no piensen que le tengo miedo a esa sucia.

No, no soy una bully ni una acosadora o como quieran llamarlo, soy lo contrario de hecho...me acosan a mí en realidad. Esa perra es una de ellas, necesitaba hacerlo, necesitaba descargar toda mi maldita ira y quien mejor que con la hija de puta que hace de mi vida un infierno...

Probablemente vengan las prostitutas que tiene como amigas a molerme a golpes o a su novio el tatuado que tiene una banda de rock o de indie -alguna de esas dos mierdas de música que tanto odio- y todo el equipo de futbol americano del colegio pero me importan mil hectáreas de verga quien venga a enfrentarme. Halarla del cabello se sintió demasiado placentero y más o menos allí pude descargar el cincuenta por ciento de mi ira...y de mi rencor. Fui suspendida por su culpa, porque si no fuera por ella y el par de mierdas que les pisan los talones no me hubiesen suspendido y mi padre no se decepcionaría de mí...más de lo que ya está...

Lo que pasó fue...en pocas palabras, la zorra de Indiana me acusó de algo que no hice solo por morbo y ganas de joderme.

Tenían que haberla visto, joder, a esa tipa la admiro un buen... ¿Cómo es que siendo tan doble cara puede dormir tranquila? ¡Tiene un talento nato para la actuación, a que sí! Merece Oscar a mejor actriz y todo ¿Quién es Meryl Streep, quien es Kate Winslet, quien es Charlize Theron? Señoras y señores, la única e inigualable Indiana Soberán les da tres patadas en el culo a esas básicas.


― ¿Qué hiciste? ― me preguntó mi papá con mi hermana Revenny en sus brazos, dormida y chupándose el dedo. Voy a meterle un cocotazo cuando se despierte, tiene nueve años y cree que aún tiene tres solo para que mi papá la consienta.

― Que no hice ― lancé mi bolso en el mueble y luego me lancé yo ― Bueno... ¿Cuál versión quieres? ¿La de indiana, la del nariz de gorila Malone? ¿O la mía? ― esperé su respuesta pero este solo suspiró, chasqueé la lengua. Otro de mis gestos característicos ― Te contaré las tres, primero la de Indiana porque esa es la que todos creen. Según ella, fui yo quien encendí la papelera del colegio y fue lloriqueando con el incompetente de Malone a decirle que fui yo y que además había intentado encenderle las greñas maltratadas que tiene de tanto decolorárselas. Aunque debo admitir que es una idea genial, no lo hice y es allí cuando entra mi versión: Vi a Floyd haciéndolo, había sido él quien había encendido la papelera, como él es el novio de la sucia esa esta quiso cubrirlo y fue corriendo a decir que había sido yo. La versión de la mierda de consejero que tenemos es: Meyou se está saliendo de control y debemos hacer algo para que recapacite, por eso la expulsé y la traté a las patadas para que de esa manera deje de ser tan violenta y agresiva y mejore...porque con violencia se trata la violencia ― dije con todo el sarcasmo que pude dar a relucir e imitando su tono de voz. Mi papá me miraba serio y con los labios apretados, suspirando. Eso es lo que hace todo el mundo cuando yo les hablo, suspirar de la frustración ― ¿Debería callarme? ―

― Solo ve a dormir ― no voy a dormir porque me da flojera dormir, así que solo me encamino a mi habitación, cierro la puerta y descargo -esta vez con llanto- toda la rabia que tengo acumulada en el cerebro

***

Indiana anduvo diciéndole a todo el mundo que te pateará el culo apenas te reincorpores ― decía Tam por teléfono, la persona que se auto denomina mi mejor amigo, tailandés y gay declarado, tiene un nombre más raro que el mío y más extenso que mis ganas de vivir, por eso le digo Tam. Es un dolor en el culo, grita mucho y siempre anda con un novio nuevo por el que termina sacándome el cuerpo y a los dos días lloriqueando como un imbécil porque éste -que pensó que era el indicado- jugó con sus sentimientos

― Que me lama el culo, la chupa vergas esa ― soné asquerosamente grosera y celebré en mi cabeza, eso era genial porque me tracé una meta de que cada vez que hablara de Indiana, tenía que sonar peor que un jodido marinero. ― Sin ánimos de ofender a los chupa vergas ―

Eres...mi animal espiritual, Meyou, cuando te vi halándole las desgastadas greñas que tiene te convertiste en mi heroína

― Exagerado como siempre. Ahora, lo único que tienes que hacer es ayudarme con las tareas que me atrasaré por culpa de la expulsión ― tapé los ojos con mi antebrazo...mierda...como me atrasaré por culpa de esto.

Lo haré. Pero tengo que contarte...hoy conocí a... ― colgué antes de que empezara a contarme sobre su nuevo amorío. Se va a enfadar bastante conmigo por haberle colgado pero no me importa, no estoy de humor para sus mierdas. No estoy de humor para nada...debería callarme y morirme de una vez.

<<A la tercera es la vencida...>>

Digo dentro de mí apenas me encerré en el baño. He intentado suicidarme dos veces. Dos veces en las cuales he fallado rotundamente. La primera vez me corté las venas, horizontalmente...no tenía ni la más remota idea de que tenías que hacerlo de manera vertical si de verdad querías morir, la segunda vez me lancé de un quinto piso y caí de pie, lo único que pasó fue que me fracturé la rodilla y parte del fémur y se me dislocó el hombro, por eso es que ahora cojeo, aunque ese caminar me hace ver ruda según Tam. Esta vez solo planeó tragarme un puño de somníferos y morirme de un jodido envenenamiento ¿Qué puede salir mal esta vez?

Con las pastillas azul celeste en mi puño cerrado y sentada en el retrete, pienso en lo que va a pasar luego de que deje este mundo...mi papá se lamentará bastante aunque este solo lo hará por un par de días y luego volverá a la normalidad, eso fue lo que hizo cuando mamá nos abandonó. Revenny seguirá actuando como una mocosa de tres años, aislada de la vida y con el pulgar en la boca, le valdrá un comino así se muera su perro Frufru. Tam será el único afectado de verdad, aunque yo lo trate como una basura él me quiere y yo en el fondo, muy en el fondo también. Pero lo superará, porque las personas suelen superar rápido la muerte de sus amistades, sean o no sean valiosas. El colegio dirá un par de cosas sobre mí, llenas de hipocresía y mentiras y pondrá carteles por todo el lugar con frases motivacionales diciendo que el suicidio no es una opción, Indiana y sus amigos celebraran que hay una plaga menos en el mundo y harán una fiesta.

<<Menuda vida de mierda que tengo.>>

Me sobresalté cuando escuché golpes en la ventanilla del baño, tenía la mano con las pastillas frente a mi boca semi abierta, a punto de tragarlas, pero no lo hice, me levanté a la altura de la ventanilla para ver que había ocasionado ese golpeteo. Como el cristal es muy grueso no se logra distinguir quien está detrás, pero era alguien y no algo, de eso estaba segura, un animal no pudo haber dado tres exactos golpes que sonaban firmes. La abrí con cuidado con algo de nervios y asomé la cabeza con lentitud...para encontrarme con alguien que no esperaba ver aquí...

Era Floyd...un Floyd bastante asustado...

So FreshDonde viven las historias. Descúbrelo ahora