Lamentos

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Los ojos del rubio comenzaban a adquirir cierto brillo, generado por las lágrimas acumuladas en ellos ¿Viktor Nikiforov en verdad era alguien tan malvado?
Un profesor es aquella persona en que podemos confiar, sabemos también que nos protegerá, pero Yuri había dejado de sentir eso al verlo de esa forma tan agresiva y brusca de comportarse, era cierto, aún era un niño que no estaba preparado para tener una "primera vez" y mucho menos con un hombre de bastantes años de diferencia de edad, estaba asustado a lo que podía llegar a pasar.

Las cosas habían llegado muy lejos entre ambos. Yuri aún no estaba listo para el siguiente paso.

El ruso mayor había encontrado el punto en donde comenzaría a introducir su miembro erecto, acarició una última vez sus mejillas y le miró a los ojos a punto de besarlo, aquella mirada temerosa, frágil e inocente ¿pero que estaba haciendo? Claramente nada de esto estaba bien, él no merecía eso ¿porque había sido tan abusivo?

Con un nudo en la garganta, Viktor tomó al chico de la cintura y lo abrazó fuertemente, refugiando su cabeza en el hombro del menor, suplicando que lo perdonara, hacía mucho tiempo que no se acostaba con alguien, quizás solo había caído en la tentación, de recorrer desesperadamente a la persona de la cuál gustaba. Pero esta vez era diferente, porque Yuri era un adolescente.

Plisetsky mantuvo su mirada firme, su respiración agitada y algo mareado ¿que había pasado? Se preguntaba, no lograba entender nada. ¿Había bebido alcohol antes?¿porque no lograba entender nada?

—Yuri, te traeré una sábana para cubrirte del frío.— habló Viktor, aún se notaba seriamente nerviosos, y sus mechones de cabellos despeinados, siendo sincero también tenía miedo de incierto futuro. No tardó en ir a la habitación de su padre y buscar una sábana, la encontró con facilidad y de inmediato se la llevó al chico que aún se mantenía inmóvil. Lo cubrió con la sábana y se sentó al lado, estaba avergonzado, había abusado sexualmente de un niño...de un hombre.
Cerró sus manos como puños y agachó la cabeza, un fuerte mareo lo invadió al pensar nuevamente en haber tocado a alguien de su mismo sexo, ambos eran hombres, eso no estaba bien.
En ese momento Viktor se volvió a sentir sucio ¿porque le había gustado tanto? No debía, porque solo un enfermo sexual podría.~

O eso fue lo que Viktor pensó en el momento.

—Vístete.— pronunció el albino, poniéndose de pie y buscando su ropa en el suelo, la tomó una vez ya localizada y entró al baño de la planta baja y tomó una rápida  ducha, solo para despejarse y poder pensar claramente.
En el mismo momento, Yuri también recogía su ropa y una por una fue colocándoselas en su cuerpo hasta quedar ya vestido, comenzó primero con el pantalón, luego los calcetines, la camisa y por último sus zapatos, su cansancio impidió que se pusiera el suéter, era demasiado caliente para soportarlo.
El sonido de la puerta del baño alertó al rubio de que su profesor había terminado, de inmediato se sentó en el sofá.
El chico de cabellos plateados se hizo presente en la sala y tomó las llaves de la casa y buscó entre cajones pequeños llaves de alguno de los autos de su padre, debían estar por alguna parte.

—vamos Yuri, te llevaré a casa.— Habló más tranquilo, pero aquellas ideas homófobas aún daban vueltas por su cabeza una y otra vez ¿porque era tan difícil aceptar sus gustos, aceptarse a sí mismo?
Ambos subieron a un vehículo rojo, bastante costoso y muy moderno, que parecía tener un constante mantenimiento y diario cuidado, incluso al entrar a el, el aroma a nuevo aún podía percibirse.

—Pasaré primero a mi apartamento ¿si? Debo recoger unas cosas.— en rubio asintió con la cabeza, sin emitir un solo sonido de su boca, le temía a aquel hombre. Viktor introdujo la llave en en lugar correspondiente al lado del volante y segundos después ya estaban camino al departamento del mayor a unos cuantos kilómetros. No tardarían en llegar al lugar.
La música de la radio era lo único perceptible, eso y el sonido natural del carro, ambos compartían su mutuo silencio.
Yuri a pesar de mantenerse firme, su piel comenzaba a tornarse de un color aún más pálido en su piel, sus mejillas y pómulos estaban claramente rosadas, compartiendo el mismo color que sus labios, y su piel aún llegaba a temblar como si el frío le atacara. Viktor miraba de reojo un para de veces, pero no podía hacer nada para su ayuda, no se sentía capaz de reparar el daño que había causado por unos momentos de calentura.

Plisetsky reconoció en seguida el apartamento, Viktor por su parte estacionó justo al frente y bajó del auto, solo debía ir por papeles y documentos de suma importancia que contenía las notas de los estudiantes, debía llevarlos más tarde al instituto para ingresarlas al registro, todo ese trabajo aún estando en las vacaciones.

Yuri observaba con atención a las personas que pasaban por la ventana del vehículo en lo que esperaba al su profesor, había toda clase de hombres y mujeres, pero solo una cautivo su completa atención, su piel pálida y sus cabello color castaños la hacía lucir hermosa, llevaba una suéter color marrón y una bufanda de tono pastel, su pantalón era un jeans informal, era alta, pero su estatura no sobrepasaba a Viktor o a Christophe como Yuri comparó, y su figura era esbelta, parecía una chica recién salida de una revista de moda moderna.

Pero no fue ni su belleza, figura o ropa que hizo llamar la atención, si no que también entró a los mismos departamentos que Viktor, aún así sólo llegó a pensar que se trataba de su vecina.

Quiero que me ames ||Yuri On Ice Au|| Vikturio #FanficAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora