Capítulo I

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"Eso me recuerda..... En aquel momento yo era diferente..... Pensaba en detener el tiempo..... Cuando estábamos juntos" 

Sonreía maliciosamente mientras observaba el castillo que se mostraba frente a mí, el castillo Heinstein. 

En aquel lugar era donde los espectros como yo buscábamos refugió. Nos hacíamos pasar como sirvientes comunes y corrientes, esperando por el nacimiento de nuestro Señor Hades. Los señores Thanatos e Hypnos también se encontraban en aquel castillo trabajando como sirvientes, un duro golpe para el orgullo divino. Aunque claro que solo el dios de la muerte sufriría de ese golpe y claro que él podía entenderle.

Me encamine para llegar al Castillo Heinstein con pasos pausados mientras encendía un cigarrillo para después proceder a fumarlo. Pasaron unos segundos, yo ya estaba frente al portón del gran castillo. En el lugar se encontraban dos guardias quienes al verme; uno sonrió mientras que el otro, puso una expresión de fastidio.

-¿Qué pasa, Lune? ¿Acaso no te da alegría verme?-sonreí divertido mientras el mencionado solo bufaba molesto.

-Ja Ja Ja-soltó una carcajada la mujer de cabellos negros-¡No pienses que él se ha olvidado de la bromita hecha en la anterior guerra santa!-el cigarrillo en mi boca callo al suelo cuando yo la abrí en una clara muestra de sorpresa, mi expresión divertida cambio a una expresión falsamente triste mientras llevaba una mano a mi corazón con falso dolor.

-¡Pero yo solo lo hice para mostrar mi compañerismo! ¡Yo solo lo hice pensando en él, queriendo mostrar el gran cariño que siento por él!-

-¡¿Pero que estas diciendo?!-dijo un iracundo albino mientras que con la mirada trataba de asesinarme-solo entra-gruño Lune mientras señalaba adentro del portón-El dueño de este castillo te espera en su oficina-asentí con la cabeza para después despedirme de ellos mientras me adentraba al castillo Heinstein.

Deje que un suspiro de frustración escapara de mis labios, odiaba esta posición, odiaba ser el sirviente de un humano pues yo era un dios, a pesar de tener este cuerpo, a pesar de que parte de mis poderes divinos fueron sellados, a pesar de eso yo seguía siendo un dios y es por eso que odiaba esta posición.

-¡Fuera de mi camino!-una voz infantil me saco de mis pensamientos. Saliendo de ellos, vi a una niña de cabellos negros corriendo en el sentido opuesto por donde yo me dirigía, por un momento pensé que esa niña y yo chocaríamos pero por suerte ella solo paso por mi lado corriendo.

-¡Pandora-sama! ¡Por favor no corra!-me hice a un lado en el momento en que la niña paso por mi lado, pues atrás de esa niña, se encontraba una mujer de cabello castaño quien corría, tratando de atrapar a la traviesa.

La sirvienta, supuse por la vestimenta que usaba, pareció tropezar entre sus pies pues en un momento estaba a punto de caer al suelo, claro que eso no sucedió pues instintivamente mis brazos la atraparon causando que ella no cayera.

Me sentí extraño pues una rara sensación había invadido mi interior, la sirvienta había cerrado los ojos por el susto pero después de unos segundos los abrió. Fue extraño pues mi corazón quien solo servía únicamente para bombear sangre comenzó a latir frenéticamente. Fue extraño por que mis mejillas inexplicablemente comenzaron a arder, un ardor que nunca sentí. Fue extraño por que por un momento pensé en detener el tiempo.         

                 

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⏰ Última actualización: Aug 07, 2017 ⏰

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Amor detenido en el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora