Rutina o Estruendo?

7 4 0
                                    

Me desperté por el estridente sonido del despertador y muy aparte de la televisión encendida del abuelo, por cierto que dejaba prendida todo el día.

Fui al baño que estaba al lado de mi armario y abrí la oxidada perilla de la ducha mientras me quitaba la pijama, al entrar el agua fría hizo dar una pequeña sacudida a mi cuerpo pero me fui acostumbrando hasta terminar de empaparme toda. Pasaba el jabón de manera rápida para no atrasarme y salir de ahí. Envolví mi cabello en una toalla y con otra me sequé, admito que a veces me olvido el desodorante pero da igual, nadie va a olerme las axilas.

Mi habitación podría ser perfecta para laberintos pero yo sabía donde estaba cada cosa, montículos de ropa interior, montículos de camisetas y montículos de libros. Lo sé soy muy ordenada.

Fui al de ropa interior y saqué unas bragas-paracaídas, las olí pero al sentir un aroma desagradable las tiré y tomé otras que olían levemente. Me puse un sueter del abuelo y unos pantalones cafés, con mis típicas zapatillas grises o bueno eran blancas hace 4 años.

Salí de mi cueva para bajar delizandome en la baranda de la escalera de madera.

-ya te dije que te vas a caer muchacha-gruñó mi abuela

-no me voy a caer-reí y caminé hasta la mesa para tomar mi batido de fresas y la mochila

Terminé dando el último sorbo y caminé hasta la puerta que daba para la calle

-no te olvides de llegar temprano para tu...

-mis quince años-suspiré cansada-ya te dije que sólo quiero torta de chocolate abuela-rodé los ojos y luego reí

-ve con cuidado-fue lo último que dijo antes de que yo cerrara la puerta y caminara hasta las cerca de madera y la saltara. Saqué mis auriculares y mi mp3 conectandolos, al ponermelos comenzó una de mis canciones favoritas: "What is love"

Caminé hasta una esquina y me subí en el autobus que pasaba por mi escuela. Me dan dinero para ir en un taxi pero me gusta ir acompañada de llantos de bebés, personas bostezando, hablando por teléfono entre más.

El día era nublado como de costumbre pero hacía que el agua del río se viera hermosa mientras cruzábamos el puente.

"Tu Juventud Vale Mucho Querida", se me vino esa frase instantáneamente

Llegué a mi parada y bajé para pagarle al cobrador, caminé por las frías aceras hasta llegar al portón negro de mi escuela-prisión. Saludé a los chicos de portería y antes que llegara el pitufo de supervisión me quite los auriculares y lo saludé con una sonrisa forzada.

Mi salón estaba en la segunda planta por lo que tuve que subir las escaleras enceradas de rojo y dirigirme a mi salón, en las negras barandas estaba Camille con su nuevo corte a los hombros, su cabello negro le quedaba perfecto con su tez pálida. Vestía una chaqueta de jean, camiseta de rayas rojas y blancas, jeans blancos y zapatillas negras.

-hoy no vino cuasi-dijo con media sonrisa-parece que tuvo un atraso- bajo los dedos y levanto el dedo índice y medio llevándolos a sus labios

-no seas cerda-suspiré y entré al salón o bueno selva. En un lado tenemos la tribu de monos atletas que la mayoría esta con la otra tribu de las víboras, lo digo por el hecho de que te investigan y se comparten chismes de los más ridículos. Me di cuenta que me estaban mirando y sólo les saqué el dedo medio.

-hoy será un gran día- me quiso animar Camille- caminamos hasta nuestras carpetas al lado de la tribu de avestruces, les digo así por su que tienen las mejores calificaciones y son hermosas pero tienen el autoestima tan bajo como el centro de la tierra. Casos perdidos.

El sonido de la campana anunció que la clase comenzaba haciendo que todos se sentaran.

La profesora de química entró con su maletín fucsia y su maquillaje de payaso, iba a hablar cuando un estruendo sonó desde afuera y luego unos disparos consecutivos.

CripiusWhere stories live. Discover now