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Después de estar tanto tiempo en el hospital mi estómago rugía con pereza, necesitaba alimento rápidamente.

Al encontrar el restaurante del complejo veo que todo está lleno, algo que no es de extrañar ya que es hora de la comida. Al acercarme a la caja registradora para pedir mesa solo escucho un "Siéntese donde guste, en un momento le atendemos"

Seguramente la señorita estaba demasiado distraída cobrando las cuentas para notar que el restaurante escupía gente, por lo que dispuse hacer exactamente eso, aventurarme a encontrar un lugar por mi mismo.

Para mi ya conocida mala suerte, toooodo estaba lleno, entre doctores y familiares no dejaban ni una sola mesa sola. Agotado como estaba realmente no quería esperar más tiempo, ideandome una estrategia un poco estupida pero que tal vez funcione.

Me acerco al primer lugar vacio que encuentro, justo enfrente de un aparente doctor portador de bata blanca. No parecía haber notado mi presencia, tanto por sus alimentos como por su cabeza gacha, por lo que al hacerme notar veo sus ojos centrándose fuertemente en los mios.

-Buenas tardes... - tartamudea un poco - El restaurante está lleno... ¿podría sentarme?

El ahora misterioso médico se debate si aceptar la propuesta o rechazarlo rudamente. Este no fue su mejor día y no estaba como para demostrar sus buenos modales

-Prometo no molestar... - dice al no obtener respuesta durante dos largos segundos - Solo deseo comer algo rápido eh irme

El doctor después de analizarlo rápidamente nota cansancio en su mirada, su ojo clínico nunca fallaba en poder diagnosticar incluso el más mínimo detalle. Después de un debate interno termina por acceder con un asentimiento de cabeza.

Cuando el extraño invitado logra sentarse frente al intimidante médico se limita a ordenar sus alimentos. Lo que menos quería era turbar la aparente tregua que los acogía.

El médico seguía comiendo su platillo, pero su curiosidad natural le impedía concentrarse en el alimento. ¿Porque estará aquí esta persona? De seguro es familiar de alguien por estar comiendo ese horrible sandwich que les daban de cortesía. ¿Qué enfermedad tendrá? Puede que algo crónico por lo cansado que se ve. Esos pacientes siempre logran cansar a los que buscan cuidarlos.

Después de lo que parecieron 10 minutos el joven invitado termina de comer, se levanta casi en silencio y hace una reverencia hacia el médico.

Eso fue extraño, pensó el de bata blanca. Pero no dice nada más y decide olvidarlo.

...

Otro día como cualquiera. No trabajé tan duro para estar viendo a mocosos con juguetes atorados en sus narices todo el día. Por algo había elegido ser cirujano: era mejor ver a los pacientes dormidos que cuando se están quejando, pero claro, el hospital me obligaba a dar ciertas horas de consulta al mes. Lo detestaba.

Toda la semana estuve de arriba para abajo y hoy lo único bueno después de las consultas es que tengo un par de horas libres para comer.

Cuando llego el restaurante no estaba tan lleno como la semana pasada, me siento en un taburete y ordeno mi comida preferida. Me dolía la cabeza.

En un simple intento de tronar mi cuello logro divisar por el rabillo del hombro a ese chico que se sentó conmigo la vez anterior. Hum, sigue aquí... definitivamente está cuidando a alguien muy enfermo.

Intento no tomarle más importancia, pero las semanas pasan y en mis irregulares horarios de comida sigo encontrándomelo sentado en el restaurante de vez en cuando. El chico se veía inofensivo, tal vez de mi edad, además, hoy estaba lo bastante aburrido como para seguir formulando teorías en mi cabeza. No creo que pase nada en probarlas.

El médico se para de su asiento y con semblante confiado camina hasta la mesa del chico misterioso. Sin hacer alarme de su presencia simplemente toma la silla de enfrente y espera a que pose sus ojos sobre él.

-¿Puedo sentarme aquí? El restaurante esta lleno, prometo no molestar

Dice con cierto aire vanidoso y burlesco, pero el chico solo detecta sarcasmo al reconocer al medico, ya que al voltear la vista a el restaurante tenían mesas de sobra. Pero un poco de compañía no le caería mal. Sonrie levemente y asiente con la cabeza.

Cuando los dos están sentados el doctor se dedica a observar al humano que tenía frente a él, incluso su forma de comer le llamaba la atención. ¿Cuando se convirtió en alguien tan creepy que acosa a las personas?

-¿Qué haces aquí? - pregunta el de bata blanca llamando completamente la atención del contrario - ¿Acaso tu familiar todavía no se alivia? Te eh visto aquí por más de un mes

-Esta muy enfermo - dice el otro chico completamente sorprendido por la falta de tacto, pero no se enoja, solo desvia la mirada de nuevo a su plato

-Crónico ¿verdad?

-Algo así...

-Hum... - dice el médico ahora más curioso

-¿Va a comer o va a seguir preguntando sobre qué hago aquí?

-Un poco de los dos, siendo honesto me intrigas demasiado. Todo este tiempo estuve pensando en que hacías aquí y hoy quise venir a averiguarlo

-¿Y por qué yo? Hay miles de otras personas aquí con las que puede jugar al médico

-Para tu información soy cirujano, deja eso de juegos a las enfermeras. Pero dime, ¿acaso me estoy equivocando?

-¿Si lo estuviera lo aceptaría?

-Eso depende de mi criterio - esto solo le daba a entender que era un arrogante egocéntrico, pero, seguía siendo la única persona que estaba ahí con él. Tal vez no haría daño a nadie jugar un poco más.

-Esta bien, te dejare que adivines qué hago aquí, SOLO si tu tambien me cuentas cosas de ti

-Esta bien, eso no suena tan complicado

-Bueno, entonces podrías empezar diciendome tu nombre

-Me llamo Min Yoongi ¿y tú?

-Jung Hoseok





Espero les agrade la historía ;)

Como ya dije será corta

Si les gusto y quieren que siga díganmelo o denle una estrellita ♥️

Los amo

Morfina (BTS +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora