Tan sólo se dio

Fraternidad doblemente fragmentada

Unas pocas semanas transcurrieron en la casa Loud y el incidente con Polly parecía haberse olvidado de la memoria de la familia. Lori hablaba con Bobby por teléfono, Luna practicaba con su guitarra, Luan estaba animando una fiesta infantil y el resto se dedicaba a hacer lo suyo. Lincoln y Lynn en ese momento discutían por el control de televisor.

—¡No voy a perderme el especial de Aaaarghh por un tonto partido!

—¡Es el penúltimo de la temporada hacia la final! Además, el partido es real y no un fraude.

—¡No todos los episodios de Aaaarghh son un fraude! ¡Y éste es el antepenúltimo de la temporada!

Lola y Lana acababan de llegar.

—¡Nosotras queremos ver caricaturas!

—¡Pues véanlas en otro lado!

—¡Le diré a mamá que se están peleando! —gruñó Lola.

—No olvides decirle que perdiste otro diente.

—Lynn, no he perdido ningún otro diente.

—¡Sigue hablando, princesa!

A Lana el chiste pareció darle gracia, lo que provocó que entre ellas se pelearan. Leni llegaba con Lily en brazos. A la más pequeña de la familia pareció divertirle lo que veía, por lo que quiso acercarse a formar parte del juego, sin embargo su hermana la detuvo.

—¡No, Lily! Chicos, tranquilos, dejen de pelearse.

Poco caso le hicieron, por lo que resignada se sentó en un espacio vacío del sofá con su hermanita sobre sus piernas buscando una exhibición de modas que darían en la tarde.

—¡Nosotros estábamos viendo eso!

Gritaron casi a coro los cuatro. Leni sonrió victoriosa advirtiéndoles que había llegado primero, lo que estalló en otra discusión. Lucy apareció sorprendiéndolos. Realmente el día se podía considerar otro día de lo más común en la casa Loud. Lynn bufó.

—¡Genial! Imagino que quieres ver tu programa de vampiros, ¿Cierto, Lu?

La pequeña no dijo nada, le dedicó una mirada intensa que la puso nerviosa sin explicación. Lincoln olvidó por qué discutía y se le acercó preocupado.

—¿Qué te sucede Lucy? ¿Te pasó algo?

La niña hizo algo muy extraño, con una mano se apartó el pelo de sus ojos para verlo con intensidad. La acción sorprendió al chico. Leni se olvidó de lo que veía para darle un vistazo a Lucy con apuro. Pocas veces la pequeña mostraba sus ojos, pero cuando lo hacía era algo digno de contemplar por su color tan poco común. La niña regresó su cabello a su posición y sin mediar palabra se marchó por donde había llegado.

—Eso fue extraño —opino Lana—. ¡Ahora vamos a ver caricaturas!

—Pero si nosotras llegamos primero —se defendió Leni sin mucho ánimo, aún confundida por lo que sucedió.

Todo regresó más o menos a la normalidad, salvo por Lincoln quien se separó de sus hermanas dando unos pasos hacia las escaleras hacia donde Lucy se marchó. Lynn se quedó con el resto discutiendo, pero al notar el distanciamiento de su hermano, abandonó su papel arrogante para dejarlas solas continuar con la pelea y así poder acompañarle al pasillo donde consiguieron un poco de privacidad. Lucy ya había subido a su habitación

—¿Qué ocurre? ¿Sabes qué le sucede a Lucy?

—Ni idea. ¿No has notado que parece estar actuando algo extraña últimamente?