Epílogo

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5 años después...

Nadia

Terminé de darme un merecido baño luego de tan ajetreado día, había pensado en como sorprender a Blake, pues mañana es nuestro aniversario de bodas y se me ocurrió que podríamos empezar desde hoy a celebrar además que tenía una gran noticia que darle y me encontraba nerviosa al respecto.

Sonreí conforme mientras veía mi reflejo en el espejo, luego de vestirme para la ocasión, llevaba un vestido negro hasta la mitad del muslo, era de tirantes con un escote en V profundo, con la espalda cubierta con una tela de encaje.

Tomo la cajita de terciopelo con la carta y la sorpresa, me dirijo hasta el pequeño comedor de la pequeña casa playera que mi tío Juanjo aun nos alquilaba para vacacionar, donde todo estaba preparado para la velada. Las velas estaban encendidas, los platos y cubiertos posicionados, todo en orden para celebrar la noche.

En cualquier momento Blake llegaría, sonreí pensando en el susto que debí darle al pobre. Había salido temprano de casa y con ayuda su familia, lo mantuve lo suficientemente distraído como para que no notara mi ausencia en todo el día, me hubiese gustado ver su rostro cuando encuentre la nota que le deje sobre la cama.

Las luces de un auto y el sonido de las llantas sobre el pavimento me hicieron sonreír, al fin nuestro invitado de honor había llegado. Caminé hasta la puerta y le abrí justo cuando Blake, vestido de forma informal pero irremediablemente guapo, venía acercándose. Le sonreí con picardía cuando note como sus ojos recorrían mi figura por completo.

–Hola, cariño.

–Si me empiezas a recibir así cada vez que desaparezcas no me molestará –comentó mientras eliminaba los centímetros que nos separaban y tomaba mis labios en un beso arrebatador, dejando en ambos una llama que empezó a crepitar, ardiendo, quemando.

Reí cuando el comenzó a mordisquear mi cuello, provocándome. Había descubierto con el tiempo lo apasionado que era Blake.

–Será mejor que entremos o se nos enfriará la cena –lo tomé de la mano y nos encamine hacia dentro cerrando la puerta principal a mi paso.

˜*˜˜*˜˜*˜

La cena transcurrió de forma tranquila, alguna que otra caricia, alguna que otra insinuación, miradas apreciativas y sugerentes aquí y allá. Siempre tentando al otro, induciéndonos a sucumbir a la electricidad que cargaba el lugar.

–Entonces ¿Cuál es mi sorpresa? –cuestionó tras darle un trago a su vino.

–Que impaciente eres –me burle.

–Mi culpa, tanto misterio me tiene con la curiosidad al tope –admitió– Supongo que mi sorpresa se verá opacada esta vez.

–Eso no lo sabremos hasta que la veas pero antes... –tomé la carta que le había escrito y la puse en sus manos, el me miró con los ojos brillantes sabiendo que era.

–Y pensar que el de las palabras era yo –comentó mientras abría la carta y comenzaba a leer en voz alta–

"Querido Blake:

Tal vez no sea tan buena como tú con las palabras.
Tal vez aun me sea difícil seguir luchando cada día.

Pero me das fuerzas, me conociste siendo un desastre y me aceptaste así. Abriste tu corazón a mí y mi arruinada vida.

A veces trato de contar las razones de por qué te amo y me rindo en la no.#100 porque hará falta vida, quizás horas para terminar de contarlas.

Lo que escribí para ti en mi Cuaderno [AEL#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora