Estoy volando entre las nubes de mi cabeza, esquivando cada telaraña que hay por allí, cada recuerdo, cada cosa que me haga mal.
No quiero vivir en una cámara lenta, no quiero sentir este vacío, no quiero seguir así, no quiero que te vayas, no quiero que me quede sola otra vez.
No merezco esto, lo acepto. Aunque haya echo cosas que no debía, que le jodan al karma, que le jodan a todas las noches que he estado llorando por qué me estabas arruinando la puta existencia, por qué no sabías lo que podía later el corazón de una niña ingenua a la que no se le enseño a ser fuerte.
Tormentas y terremotos pasan por aquí. Lluvias profundas que a veces dañan.
Latidos que duelen.
Pensamientos excesivos.
Tristeza.
Desinterés.
No quiero volver a ese vacío, no quiero, se que no puedo parar todo esto, que el tiempo nunca se para, que debo aguantar como pueda y con quien pueda, que debo decir adiós a quien lo merezca y hola a quien lo necesite.
Ni siquiera se como seguir y por qué, simplemente siempre tengo algo de esperanza, algo de esperanza de que aparezca alguien y me de la mano para que no me hunda en este pozo de recuerdos, para que no me enganche en estás telarañas, para que no me maten de un latido sin sentido.
Ni siquiera sé lo que siento.
Ni siquiera sé a quien necesito.
Ni siquiera sé si tengo a alguien.
Ni siquiera sé por qué sigo aquí.
Ni siquiera sé por qué lucho.