Castle on the Hill [Sciles]

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Sé que hemos crecido pero no puedo esperar a volver a casa.

  — ¡Scott!— El grito del pequeño niño retumba por la casa en cuanto entra a esta, y al no recibir respuesta, camina hacia la cocina, encontrando a la madre de su mejor amigo vaciando una bolsa de comida y colocando esta en los estantes y la nevera— Hola Señora McCall— sonríe enseñando todos los dientes que tenía, ya que con sus seis años, le faltaban dos.

  — Hola cariño— sonríe la mujer, agachándose y cogiendo a Stiles en brazos, el pequeño besa su mejilla— ¿Buscas a Scott?— asiente— Está arriba, hoy no podrá ir a jugar contigo porque se ha hecho pupa en la pierna, pero puedes quedarte con él.

  — ¡Vale! Nos quedaremos en casa y jugaremos a las carreras de coches y seguro que le gano esta vez— sonríe emocionado y Melissa lo deja en el suelo. El niño sale corriendo escaleras arriba hasta que llega a la habitación de su amigo— ¡Scotty!— grita y se tira a la cama, sobre él.

  — ¡Stiles!— grita también, entusiasmado por la visita, y lo abraza fuerte. El castaño se separa de él segundos después, y le mira de arriba abajo.

  — ¿Qué te ha pasado en la pierna?—pregunta señalando su escayola.

  — El médico dice que me la he roto— se encoge de hombros—. Me ha dado medicina para que no me duela y ha dicho que no me puedo levantar.

  — Yo quería jugar a los coches— hace un puchero y se sienta en la cama, de piernas cruzadas junto a su amigo. Sonríe—. Bueno, podemos contar historias.

***

  — ¡Stiles!— grita el moreno— ¿Qué estás haciendo aquí?— pregunta al verle sentado en su cama. Él solo llevaba una toalla atada a la cintura, ya que acababa de salir de la ducha, y todavía tenía el pelo algo mojado. Agarra mejor su toalla para asegurarse de que no se mueve de su sitio.

  — Nos vamos— dice sonriendo— Quiero ir a un sitio contigo.

  — Son las once de la noche ¿A donde vamos a ir ahora?— pregunta sacando una camiseta de un cajón y poniéndosela. Hace un gesto hacia Stiles para que se de la vuelta y este ríe.

  — No tienes nada que no haya visto antes— ríe dándose la vuelta.

  — Si, pero éramos pequeños— deja caer su toalla y se pone la ropa interior riendo—. Digamos que han cambiado bastantes cosas desde que teníamos once años— Se pone unos pantalones y avisa a Stiles para que se de la vuelta— Entonces ¿A dónde vamos?

  — Ya verás— dice saliendo por la ventana, y el lobo le sigue. Llegan al Jeep y suben a él. Rato después estaban en una colina a las afueras desde la que se veía todo el pueblo. Scott se sienta sobre el capó del coche y Stiles se apoya en este con sus codos. 

  — ¿Hemos venido aquí por alguna razón o..?— pregunta el alfa unos minutos después, y Stiles reacciona.

— Sep— dice emocionado, y saca de la parte de atrás del Jeep una botella de Jack Daniels, por lo que Scott le mira sorprendido alzando una ceja—. Vas a beber conmigo aunque no te puedas emborrachar, porque tengo algo que decirte y yo necesito estar borracho para eso— sonríe destapando la botella y dando el primer trago, haciendo una mueca por el sabor.

Una media hora después, el humano estaba completamente ebrio, y Scott—que seguía sentado en el capó del coche— reía viéndole hacer tonterías

  — ¿Sabes?— comienza a hablar Stiles— Yo ni siquiera quería que pasara esto— Scott ríe por la voz de su amigo—, es decir, eres mi amigo ¿eres mi amigo?— el lobo asiente riendo— Pero yo no quiero que seas mi amigo— el castaño se acerca a él, quedando frente a frente, y apoyando sus manos en sus rodillas.

  — ¿Qué?— pregunta confundido —Stiles, eso que signi— Antes de que pudiera acabar la frase, los labios del castaño estaban sobre los suyos.

***

Habían conseguido mudarse juntos al acabar el instituto. No estaban, ni por asomo, cerca de Beacon Hills, y en parte les daba pena, pero habían tenido que mudarse para poder estar juntos. Habían conseguido alquilar un apartamento que quedaba a media hora de la universidad a la que iría Scott y del FBI, a donde iba Stiles. 

Vivían en un piso pequeño, pero que era suficiente para los dos, y su mascota, irónicamente tenían un gato callejero llamado Larry, quien por cierto, odiaba a Scott.

  — ¡Por fin!— grita Stiles al llegar a la casa—¡No más trabajo hasta el lunes!— deja su mochila en la mesa  y se tira en el sofá.

  — Recuérdame  por qué seguimos teniendo este maldito gato— habla Scott entrando al salón, con el gato siguiéndole y saltando sobre él. Scott mira al gato y pone sus ojos rojos, por lo que el animal sale corriendo hacia Stiles, quien lo coge y lo pone sobe él, acariciándolo.

  — Porque estaba abandonado, y no pienso dejar un animal indefenso en la calle— dice simple.

  — Bueno, muy indefenso no está— enseña un arañazo en su brazo y Stiles pone los ojos en blanco.

  — Eso ni te ha dolido— ríe—. Y ya se te está curando—el lobo intenta acercarse al castaño, pero el gato le saca los dientes.

  — ¡Ni me deja acercarme a mi novio!— se queja y coge al gato— Definitivamente, este se va a quedar encerrado un rato— dice metiendo a Larry en el baño y cerrando la puerta.

  — Has sido cruel con él— hace un puchero, y Scott se tira a su lado.

  — Tú fuiste cruel conmigo al traer un gato a casa— pasa su brazo sobre los hombros de su novio, atrayéndolo a él.

  — Si fuera un perro note quejarías— ríe abrazándose a Scott.

  — Porque a un perro lo podría controlar fácilmente, ese gato es el demonio— Stiles pone los ojos en blanco y besa a Scott.

***

  — No puedo esperar a llegar a casa— habla Scott, emocionado por volver a ver a su madre, a su manada, por volver al pueblo.

  — Son seis horas de viaje, no pienso conducir sólo yo—se queja el castaño—. Pero si, por fin volvemos—sonríe con nostalgia, recordando todo lo que habían vivido en ese pueblo.   

Ese lugar era su hogar, y nunca cambiarían eso.

A la mitad del camino, decidieron cambiar sus lugares para que Stiles pudiera dormir un poco, y al llegar al pueblo... Todo era increíble, pocas cosas habían cambiado.

Después de tener un reencuentro muy emocionante con sus padres y a la manada, decidieron deshacer sus maletas y relajarse juntos un rato dando un paseo, hasta que Stiles tuvo una idea.

  — Tenemos que ir a la colina—dijo de golpe, rompiendo el agradable silencio que se había creado. 

  — ¿Quieres volver a beber como aquella vez?— ríe el lobo.

  — No, quiero volver a besarte— sonríe el humano relamiéndose los labios.

  — Bueno, ya no necesitas estar borracho para eso—cogió al pecoso por la cintura, y le acercó a él, besándolo, notando su sonrisa a mitad del beso, y sonriendo él también, sin separarse.

****

Holap :3 

¿Cómo están hoy? Espero que estén teniendo un buen día :3

¿Qué os ha parecido el One Shot? Tenía preparado otro pero al final acabé este antes, es como que estoy escribiendo tres cosas diferentes a la vez y ya no sé qué publicar primero, pero en fin, espero que os haya gustado.

Sobre el grupo de whatsapp: Podéis seguir mandándome mensajes ya que cada vez hay más personajes libres. Básicamente en ese grupo vivimos de crear drama y hacer parejas extrañas hasta el punto de que Isaac y Danny están saliendo XD

Nos leemos esta tarde en "How to train your werewolf"

Gracias por leer, cachorritos ;)

Gay One Shots ~Teen Wolf ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora