Lost in your light.⇨Larry

Antes

Al principio pensaron que era un problema de salud.
Sus padres lo llevaban a citas médicas todos los días, pensando que se curaría.

Louis Tomlinson paso la mayoría de su adolescencia entre betas de batas blancas y miradas raras, le hicieron análisis, exámenes, pero nada ayudo.

Y es que el problema era que no tenía nada, estaba completamente e irremediablemente sano.

Fue llevado a psicólogos por petición de su madre pensando en que tal vez algún trauma lo había llevado a la situación en la que estaba.

Pero todo fue en vano.

Louis no tenía olor, y no había cura.

Todos se dieron por vencidos y Louis no estaba tan agradecido.

Y es que Louis era tan joven, que no pensaba en el problema en el que estaba.

En la escuela no había problema, en serio que no lo había.
No hasta que Jenn empezó a desprender esa olor tan atractivo que Louis sintió celos.

Creía que era beta, de hecho podría apostar su vida pensando que tenía razón.
Y es que no había forma de darle otra explicación a lo que le pasaba.

Tenía quince años cuando su primer celo apareció.

Era omega y ese no era el problema.

Era un omega sin olor.

Y un omega sin olor no era atractivo para ningún alfa.

Y es que un omega se caracterizaba por el aroma dulzón que desprendía.

Y Louis no tenía eso.

No fue un gran problema después de todo. Habían pasado diez años y seguía siendo Louis pasara lo que pasara.

Estudio enfermería y aún que no se graduó con honores ni siendo el mejor, fue feliz.

No ocultó lo que le sucedía, incluso gano fama por atender
alfas sin miedo.

Ese era Louis.

Hasta que conoció a Harry.