SOLO ELLA.

12 | Confesión

DOCE.

MADYSON GREY.

Fruncí los labios al ver cómo un par de cachorras le coqueteaban a Travis. Ví como Emily, que había estado contenta conmigo en el jardín, dió dos pasos hacia delante para caminar hacia por dónde los jóvenes venían del entrenamiento en el bosque.

—Eh, detente —le aconsejé y me miró mal. Ví los celos en sus ojos— No armes un show delante de todos. Tranquilízate y habla con él. Serena.

—Pero ellas dos le están coqueteando, mira como le sonríen —los miré y menos más que Emily me estaba viendo a mí porque una de las chicas se le había subido a la espalda a Travis y Travis sonreía.

Entonces la cachorra, besó la mejilla de Travis muy cerca de su boca ¡Oh, no! Travis me iba a escuchar. Caminé hacia ellos decidida y enseguida me prestaron atención. Siempre todos me miraban, y no era por ser egocéntrica, sino porque al ser la Luna de aquí, siempre me estaban viendo.

—Travis —lo llamé.

—Oh, hola, Madyson —me sonrió.

Miré a la chica.

—¿Me haces el favor de bajarte? —le pregunté cortante a la chica.

—¿Qué? —preguntó confundida— Pero yo...

—Este chico tiene novia —la interrumpí— Bájate ahora mismo porque no creo que si tu tuvieras pareja, te gustaría encontrarlo así con otra.

La chica frunció el ceño, pareció pensarlo y avergonzada, se bajó para después marcharse con su amiga. Puse mis brazos en jarras y miré muy mal a Travis.

—¿Tu eres tonto o qué? —cuestioné.

—¿Qué? —rió divertido.

Alcé una ceja, él se reía muy divertido— Le presentaré a Emily un amigo, quería informarte.

Me dí media vuelta pero Travis me impidió seguir caminando. Estaba más serio.

—No harás tal cosa —replicó— Lo he captado —asintió con la cabeza— No volveré a hacerlo, tranquila.

—Eso no deberías decirme a mí, tonto —le dí un empujón suave— Si fuera Emily me decepcionarías —su gesto cayó un poco— A ti no te sentaría bien que ella tratara con los soldados como tú con esas chicas ¿verdad? —cuestioné— Te recuerdo que ella se lleva muy bien con todos los soldados y es bonita, y todos lo saben —comenté— He visto cómo la miran varios y un par lo han intentado con ella —su gesto se endureció— ¿Y sabes qué ha dicho ella? —pregunté— Te ha dado tu lugar como novio en su vida y de manera amable, los ha rechazado. Nunca ha coqueteado con nadie.

Suspiró y se giró a ver a Emily que hablaba ahora con unos chicos jóvenes pero que no paraba de mirar hacia dónde estábamos nosotros.

—La quiero —habló claro— A veces, se me va la cabeza —negó con la cabeza— Pero nunca la he engañado, nunca —dijo decidido— Y antes muerto que hacerle tal daño —frunció el ceño— No le temo a mis sentimientos por ella pero me sorprenden, y a veces, no sé manejarlo.

—Pues, galán —me miró atento— Ve a por ella.

Asintió y no tardó mucho en girarse para irse con Emily que lo recibió de brazos cruzados. Negué con la cabeza.

—Son tiernos —dí un pequeño salto cuando oí a Dylan. No tenía camiseta a pesar del frío y tenía una toalla sobre uno de los hombros— ¿no?