Capítulo 11

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Ana y Raquel me llevaron al centro de Madrid para hablar sobre lo que había pasado, además querían que se me pasase el disgusto que tenía y me animaron a ir a tomar un helado.

-Diana, hemos escuchado todo... siento que haya acabado así...-dijo Ana.

-No pasa nada... lo peor va a ser cuando llegué esta noche a su casa, estoy viviendo con él y dos amigos suyos, pago el alquiler con ellos y así vivo allí hasta que acabe los estudios...- dije mientras removía el helado.

-Te voy a ser sincera Diana... en mi vida había visto actuar así a Carlos... nunca había visto que mirase así a una chica... bueno sí... el año pasado con la chica que estuvo saliendo antes de que llegase Ángela- dijo Raquel.

-¿Qué pasó?- pregunté.

-Tuvieron un accidente ella y unos amigos suyos. Según oí, Carlos se despidió de ella en la universidad y ella y sus amigos de camino a casa se salieron de la carretera cayendo por un barranco, encontraron su coche calcinado, todo el mundo imaginó que al caer habría sufrido una explosión. La chica era morena como tú pero tenía los ojos azules, era muy guapa y además ayudaba a los talleres de los de primer año, era una muy buena chica, pero ese día... - acabó agachando la cabeza-. Entonces desde ese día el no tiene nada serio con nadie, porque con Ángela solo tiene un lío, pero él no quiere nada más.

Ya empecé a entender muchas cosas, ya entendía porque no quería que me separase de él, no quería que volviese a pasar, pero yo no era nada para él, no debería querer tenerme a su lado.

Cogí mis papeles de la universidad y me despedí de ellas, me dijeron de acercarme pero preferí irme en autobús y así asimilarlo todo.

Carlos se habría ido ya y no creo que tuviese ganas de verme, eran las 4 de la tarde y me pidieron en el trabajo si podía ir a ayudar a las 8 así que me fui directa al piso. Llamé y no había nadie, no me habían dado aún las llaves porque iban a hacer las copias, así que me senté en el rellano. Pensé en lo ocurrido, Carlos y yo no éramos nada y por mucho que le preocupase no debía controlarme tanto aunque llegaba a entender su postura después de lo que le paso a su novia... Sabía lo que era perder a una persona y eso hacía que empatizase mucho con él, debía pedirle disculpas de alguna forma...

-Hola Diana- me saludo Fede que llegó del trabajo-.¿Dónde está Carlos?

-¿Podemos subir?- le sugerí mirando el reloj, eran cerca de las 7 y tenía que irme a trabajar.

Él asintió. Entramos en el piso y me puse la ropa para ir a trabajar

-No me has contestado antes- me dijo Fede -. ¿Dónde esta?

-¿Quién?-dije haciéndome la loca.

-Carlos.

Le mire y encogí los hombres, cogí mi bolso y la copia de las llaves que ya habían traído.

-Me voy a trabajar- le dije sin mirarle y como un toro para que me dejase de preguntar.

Cuando fui a salir, entraban Fer y Carlos, me quede mirando a Carlos y giré la cara despidiéndome.

-¿Qué haces aquí?- me pregunto Fer pero no le contesté porque me metí en el ascensor.

Mientras bajaba pensé en la cara que me había puesto Carlos, estaba muy serio.

Llegue al restaurante y me puse a trabajar en la barra sirviendo cervezas y cafés.

-¿Qué tal el día en la universidad?- me preguntó Pedro.

¿Confías en mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora