14 - Espiar conversaciones

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El olor en ese cubo de basura hacia querer morir. Aguantaba la respiración y ya me estaba quedando sin nada de aire. Pasó un momento ahí esperando hasta que escuché como Iván maldecida

—Ya salgamos

La calle se veía casi vacía, podía distinguir personas a algunas calles. Miramos arriba, todavía había personas en el departamento de la chica. Lo vi pasar la mano por su rostro con frustración. Se escuchó ruido y la puerta del edificio abrirse. Recordando algo volteó a mí

—¿Tienes mi placa en tu jean, no?

La saqué de mi bolsillo trasero pasándosela. La tomó al igual que mi mano corriendo hasta un hombre que estaba a punto de entrar a su auto. Los chicos entre su pelea no nos notaban aun

—Departamento de policía de la ciudad de Piombi — Sacó la placa cerca de su rostro desorbitándolo un poco. — Necesito su vehículo

—¡Hey! — Gritó uno

Sin más tomó la llave de su mano y entro al volante. Entré en el asiento trasero detrás de él rápidamente y entonces él acero dejando al hombre y a todos los chicos ahí. Debían ser unos siete más los otros que salieron antes ¿Por qué tantos me buscaban? Iván conducía a rápida velocidad, parecía inquieto. Luego paró en un estacionamiento lleno de autos en lo que parecía ser un bar o club, buen lugar para camuflarse

—Maldita sea, robe un auto

—¿Llamaras a la policía?

—Me quitaron mi teléfono, mis llaves de la casa y las de mi auto

Me le quede viendo, ahora con más luz veía que de verdad había tenido una pelea fuerte

—¿Estas bien?

—Él quedó peor — Gruñó. — Claro que luego cuando llegaron cinco de sus amigos no tuve mucha oportunidad de ganar

—Peleaste con seis y te ves bien — Intenté animar, y pereció dar resultado ya que sonrió. — ¿No tienes un arma?

—No

—Digo, en tu casa

—No... Yo... ya no tengo

—¿Por qué?

—No preguntes — Volvió a gruñir. — Mejor dime ¿Alguien te hizo algo cuando no estaba?

—Iván...

—Dime ¿Pasó algo?

—¿Ya no eres policía? — Pregunté cortante

Lo sospechaba desde hace un rato y su expresión daba la respuesta. ¿Podía dejar de culparme? No, ahí estaba yo de nuevo repitiéndome en la cabeza que eso era mi culpa. Él lo había dicho ese día, si descubrían que tenía a un sospechosa en su casa le iría mal. Tomé la manilla saliendo de ahí. Comencé a caminar y lo sentí salir igual

—¿Qué estás haciendo? — Gritó molesto siguiéndome

—¡Todo lo malo que te ha pasado ha sido por mí!

Paró como estatua, tal vez porque volteé a él repentinamente antes de hablar, por lo que le dije o por el hecho de que haya hablado tan claro

—¡Dime la verdad! — Di un paso a él. — Quiero que dejen de mentir

Se sacudió molesto viendo a un lado

—¿Y si la verdad te lastima?

—La mentira hiere más

Respiró hondo. — ¿Toda la verdad? — Asentí. — Me despidieron por lo de ese día y me votaron de mi edificio por esa misma razón, mi padre se enojó por no alejarla de mis asuntos del trabajo y me despidió también del negocio familiar

AUTOCRACIA "Ignorancia e Idolatría"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora