El aroma a hamburguesas inundó a Harry tan pronto salió al jardín trasero, llevando consigo la jarra de agua fresca para sus amigos, quienes lo esperaban en la mesa mientras charlaban. Cada fin de semana se reunían en casa de alguno de ellos para almorzar; ese día, por ejemplo, tocaba en casa de Ron y Luna. El clima era perfecto y los niños jugaban felices en la pequeña alberca que les instalaron sus padres.
—¿A que es hermoso? —Le preguntó Ron con una sonrisa señalando un pedazo de carne al que le acababa de dar vuelta, mostrando un color jugoso y perfecto. —Tu paladar me lo agradecerá. —Le aseguró, girando las demás.
—Sigue así y pronto serás la señora de la casa comadreja. —Se burló Malfoy mientras se acercaba con un plato.
—Muy gracioso hurón. —Hizo una mueca, pasándole un trozo de carne; Harry no pudo evitar soltar una risa mientras tomaba un pedazo también y se lo pasaba a Hermione, quien cuidaba de su pequeña hija de seis meses, Jean.
—¡Niños, la comida está lista! —Les gritó Ginny, tomando asiento de nuevo y, tan pronto escucharon, los seis pequeños corrieron hacia sus padres.
—¡Yo primero! —Empujó Kelly, la menor de los Malfoy quien tenía siete.
—¡Oye! —Se quejó uno de los mellizos de ocho años de Harry y Hermione. —¡Yo estaba antes que tú!
—Las niñas van primero. —Soltó la rubia sacándole la lengua para después darle la espalda; James crispó sus puños, molesto.
—¡Eres una...!
—James. —Le advirtió su padre y este calló enseguida, pero sin quitarle la mirada fulminante a la rubia. —Ve y toma una toalla y sécate un poco. —Le ordenó Harry al ver que estaba escurriendo agua todavía; el pequeño moreno fue y la tomó de mala gana, yendo enseguida con su tío Ron para que le sirviera un poco.
—Vamos, quita esa cara, James. Te pareces a Harry cuando peleaba con tu madre. —Le comentó divertido el pecoso viendo como el rostro del niño cambiaba a uno de desconcierto. —Cuando seas grande te suplicará que salgas con ella, ya lo verás. —Le animó, guiñándole un ojo para después regresar a la parrilla, perdiéndose la cara de horror que ponía James.
—¿Qué? —Preguntó Lily al ver que su hermano tomaba asiento junto a sus amigos con el rostro pálido.
—Se me fue el apetito. —Murmuró, sintiendo de repente escalofríos al ver a la pequeña de los Malfoy comer tranquilamente.
El almuerzo transcurrió tranquilo para todos, sin embargo, la batalla comenzó para Hermione cuando Jean se negó a comerse su papilla.
—Vamos cariño, sólo es un poco, ¿Sí? —Suplicaba mientras le acercaba un poco, viendo como la pequeña hacia una mueca y movía su rostro rechazando la comida; la castaña dejó caer la cuchara rendida. —Será mejor que lo intente más tarde. —Se dijo incorporándose, entregándole la niña a Harry para después tomar las cosas y llevarlas adentro. La niña apenas estuvo en los brazos de su padre, mostró una pequeña sonrisa que de inmediato alegró al azabache.
—Creo que alguien prefiere al papá. —Canturreó Ron con burla una vez Hermione tomaba asiento de nuevo con ellos.
—Por supuesto que sí, ¿Verdad, nena? —Le dijo cariñoso Harry haciéndola reír de nuevo; Hermione chasqueó los dientes mientras se cruzaba de brazos y miraba de mala gana a su amigo.
—Créeme, esa niña tendrá el mismo temperamento que su padre. Quiero ver como lidia con ella cuando esté de malas. —Le comentó regresando a ver a su esposo con una sonrisa burlesca.
—¿Disculpa? —Le dijo Harry regresando a verla de inmediato, acomodando a la niña entre sus piernas mientras esta comenzaba a hacer pequeños ruidos con su boquita. —Ya lidié con dos de ellos, ¡Por supuesto que podría con Jean! —Contratacó.
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Entrenando a papá
Fanfiction¿Quién dijo que hacer el papel de madre sería un trabajo fácil? Harry y los chicos tomarán las riendas del hogar y lidiarán con sus pequeños, ¿Qué es lo peor que podría pasar?