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que Dean no estaba sorprendido, sería una gran mentira

Estaba solo en la gran casa, su hermano Seth, se había ido a una fiesta con su mejor amiga, Sasha Banks.

tenía curiosidad por la habitación de su hermano, ya que éste pocas veces lo dejaba entrar, o era para ayudarle a hacer sus tareas de la universidad, o era solo para animarlo las veces que el menor estaba triste

Seth tiene apenas 20 años, y Dean tiene 25, los dos tienen un hermano mayor de 31 años, Roman.

volvemos a lo que estábamos primero... Dean encontró un pequeño cuaderno, que con letras en incursiva y Bien hechas decía El Diario de Seth

Dean con curiosidad empezó a leer aquel libro, a lo último se sorprendió abriendo los ojos como platos

"Creo... Que me gusta mi hermano..."

leyó, iba a seguir leyendo pero se escuchó la puerta abrirse, dejó todo en su lugar y corrió a su habitación, tirándose inmediatamente hacia la cama

fingiendo estar con el celular, chateando con su novia, Renee.

¿amaba a Renee? Si... antes... ahora no la amaba tanto, es más.. no la soportaba, era histérica, se quejaba por todo, y muy poco loca para su gusto

pero... ¿a quien amaba Seth? ¿a Roman o a él?

¿Son hermanos de sangre?... algo así... Los tres eran de padres distintos, pero a ellos no les importaba, se trataban como hermanos de sangre.

Roman y Dean trataban a Seth como un bebé, que según ellos... "Aún lo era" aquello hacía que el menor se quejara infantil

su madre, Stephanie, le había sido infiel al padre de Seth, el hombre la dejó y ella solo se casó con su amante que lo llamaban, Triple H, la confianza en él le costaba mucho a Roman y a Dean, pero Seth... todos sabían perfectamente, que Seth era su hijastro preferido

Seth entró a la habitación, se acercó hasta la cama del mayor con una sonrisa en sus labios

– ¿Qué haces?

– Nada, solo hablo con mi novia - Dean notó que Seth bajó la mirada al apenas escuchar el nombre -

– Papá llegará temprano hoy, si vas a traer a Renee te aconsejo que no lo hagan por que él los descubrirá, y no será bueno para ustedes

– entiendo, ¿Cómo te fue en la fiesta, princesa?

– mejor de lonque esperaba, un chico me besó... Y... casi pasa... Y...

– ¡¿Qué?! - se levantó furioso de la cama mirándolo​ al menor con el ceño fruncido - debe ser una broma... ¡Tú no puedes entregarle algo tan preciado a un desconocido! ¿Te volviste loco? Eres un bebé aún

– tranquilo, sólo fue una broma - rió nervioso -

– Seth, eres un imbécil - suspiró mientras negaba con la cabeza y miraba hacia otro lado -

El menor rió y le golpeó el hombro al mayor

– ¿Y Roman?

salió con su hija a dar un paseo a no sé dónde

– entonces en un rato llegarán... Supongo...

– bien, Seth, responde sin miedo... ¿Te gusta alguien?

– Emm... Si... - se sonrojó y miró hacia otro lado -

– ¿Es de la universidad?

El diario​ de Seth «Ambrollins»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora