- 6 - Y MIRA TÚ, QUE BIEN ESTÁS, COMO SONRÍES

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Cogí el coche y me volví a mi casa. Como no me apetecía nada comer solo, bajé al bar de Esteban. 

 

-Hola guapo.- sonrió

-¡Hola! ¿Qué tal todo? 

-¿Muy bien y tu? Dichosos los ojos... ¡por fin te veo!

-Lo siento mucho Teresa, de verdad.- le dije bajando la cabeza.- No estaba con muchos ánimos para salir cuando me llamabas...

-No pasa nada bobo.- Apretó mis mejillas y me besó en la mejilla. ¿Comemos juntos? 

-Claro.- sonreí

 

Fui a la sala del comedor y me senté con Teresa en la misma mesa de siempre. Yo creo que ya tendrían que ponerle nuestro nombre. Hablamos de todo un poco. Ella estaba trabajando en una revista y hace poco la habían ascendido a jefa. Me contó cosas de su trabajo y demás. Pero una de las cosas que me contó me hizo dejar de atender por un momento a lo que me seguía contando. 

 

-Estoy muy contenta con tu hermana Dani, trabaja realmente bien para ser tan joven.- volvió a sonreír. 

-¿Mi hermana? ¿Cómo que trabaja muy bien para ser tan joven?

-Si, eso. Que lo hace muy bien. Se nota que el periodismo le gusta. Estoy pensando en ascenderla y todo... 

-¿Me estás diciendo que mi hermana trabaja en la misma revista que tu? ¿Que es periodista?- El corazón me dio un vuelco. ¿Cómo es que yo no sabía nada? ¿Cómo que mi hermana estaba trabajando sin que yo lo supiera? ¿Y por qué no me lo dijo? ¿Por qué de periodista? Eran miles las preguntas que se formulaban en mi cabeza minuto a minuto. O estaba loco o aquello era una locura. 

-¿No lo sabías? ¡Mierda! Ya he metido la pata... Pensé que lo sabías Dani, de verdad... 

-No, no lo sabía... Pero ¿cuando va ella a la revista? Por que siempre que sale me dice que va a casa de Aurora...

-Tu hermana se pasa los días casi al completo en la revista Dani. Sale de clase en las horas libres y va, luego vuelve a clase, va a comer contigo y viene a la revista otra vez. ¿Aurora? No será Aurora Estevez ¿no? 

-Y yo sin enterarme... Si, esa misma. ¿Qué le pasa? 

-Es la hija del jefe.- rió- Anda que no es espabilada la niña.- reímos. Si, yo me reí, pero ni pizca de gracia. En pocas palabras estaba llamando a mi hermana conveniencias, así, con todo el morro del mundo.- Bueno, pero dejemos de hablar de esto. Hay alguna que otra cosa que me interesa más. 

-¿De qué se trata?

-De ti.- rió- Quiero que me cuentes que es de tu vida desde que lo dejamos. ¿Has conocido a alguien?- Esa pregunta me puso muy nervioso. ¿Se enfadaría si le decía que si? ¿O se lo tomaría bien? ¿Había conocido ella a alguien? Otra vez las preguntitas de las narices...

-Pues...-carraspeé un poco para aclarar la garganta. Se me había formado un nudo en ella que casi no me dejaba ni respirar.- Si, he conocido a alguien.- me ruboricé y sonreí al recordarla. Se me había quedado su imagen completamente gravada en mi cabeza. Y era tan preciosa, tan delicada, tan todo... que era imposible de olvidar. Teresa se quedó callada. Nada más había acabado de decirle aquel "si" sus ojos se volvieron platos y su sonrisa se esfumó. ¿Bipolaridad? Tal vez.

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