Eran las 6:00 am cuando suena el despertador de Emma, sin emoción alguna lo apagó y se levanto para dirigirse al baño, lo primero que hizo fue mirarse al espejo y al instante lo único que pensó es que se aproximaba un día lleno de tristeza, era 25/07/2017 y hacia fecha de el fallecimiento de sus padres, hace ya 7 años desde el trágico accidente el cual dejo sin vida a los dos padres, y el cual también dejo en coma a su pequeño hermano Toby, aunque ya habían pasado siete años su abuela y ella aun no perdían la esperanza de que él despertara.
Emma era una chica morena, delgada aunque con curvas, de unos 1.65 metros de alto, era una chica que amaba la fotografía, era su pasión desde pequeña, su padre le regalo su primer cámara y ella lo recuerda como si fuera ayer. Desde ese día que sus padres perdieron la vida ella cada vez se aferro mas a ese hobbie y ahora no sale a ninguna parte sin su cámara.
Ella no suele hablar de su vida personal, no tiene amigas y se podría decir que su mas cercana amiga es su abuela Rosie o su diario, si, aunque no lo crean con 16 años sigue escribiendo en un diario, ahí es donde expresa sus sentimientos y puede derramar todos sus pensamientos sin sentirse una estúpida.
Cuando ya sale del baño simplemente se viste, se pone unos jeans oscuros con un sueter de color bordo y unos tenis negros, su pelo suelto con esas lindas ondas que tiene, solo agarra su móvil y baja las escaleras. Al llegar a la mitad de las escaleras ve como su abuela había preparado un magnifico desayuno, ahí es cuando se pone a pensar que una chica normal estaría desayunando con sus padres y su hermano, en cambio ella tenia que afrontar la realidad de que eso no pasaría. Aunque Emma no tenia ni un poco de apetito simplemente para hacerle el gusto a su abuela se sentó a desayunar.
-Buenos días abuela ¿Como dormiste?
-Hola Piggy- Asi era como llamaba Rosie a su nieta, era un apodo el cual se lo había puesto de pequeña- quieres panqueques o solamente tostadas?
Emma era una amante de las tostadas y de los sandwiches calientes, eran su debilidad al igual que el café.
-Solo quiero un café y tostadas por favor.
Cuando termino de desayunar agarro su mochila y fue al instituto. De camino iba sacando fotos a diferentes cosas, parejas tomadas de la mano, arboles, etc. A Emma le gustaba fotografiar todo, luego la editaba y simplemente las subía a su cuenta de instagram anonima.
Al llegar al instituto fue lo mas apurada posible ya que llegaba unos minutos tarde y su profesor de matemáticas era muy estricto con la hora, así que cuando llego, toco la puerta.
-Profesor perdón la demora, ¿puedo pasar a clase?
-Señorita Emma, usted sabe como soy con mis alumnos, no hay preferencia para ninguno, así que el director Joe estará agradecido de resivirla.
Con enfado ella se dirigió hacia la sala del director la cual quedaba un piso arriba del que ella estaba.
-Director Joe, ¿puedo pasar?
-Claro que si Emma, adelante. Y dime ¿Porque asunto estas aquí?
-El profesor Ben me mando para acá, cuando llegue cuatro minutos tarde a su clase-Dijo Emma enfadada con su profesor-
-¿Está todo bien en tu casa Emma?Se que hoy hace fecha muy triste para ti- El director sabia todo lo que Emma había pasado, eran buenos amigos con su padre-.
Emma odiaba cuando alguien le tenia pena, si, era consciente de que sus padres habían muerto y que era difícil pero no era necesario tanta lastima hacia ella.
-Si director, está todo bien en mi casa- Se limito a solo responder esas palabras ya que si decía algo mas estallaría -.
-¿Has tenido noticias sobre tu hermano?
-Para nada, seguimos sin noticias de mejoras-Ella prefería ir a clases antes de seguir tocando el tema-Así que si me permites me gustaría ir a clase.
Él le hizo seña de que podía retirarse así que ella se levanto de su asiento y se dirigió a clase. Al llegar el profesor le permite entrar con una cara no muy convincente.
-Que sea la ultima vez que pase esto señorita, ahora saque su libro y ábralo en la pagina numero 357.
Por fin termino la hora de matemática la cual a Emma se le hizo infinita y llego la hora del almuerzo, hizo la fila para así poder elegir su comida y eligió, un risotto con omelette. Comió tranquila escuchando música.
Luego le tocó un par de clases mas hasta que terminó su horario de clase. Ella optó por ir a una cafetería a merendar, pidió un latte con dos medialunas. Se le acercó una chica a conversar.
-Disculpa, ¿Me puedo sentar aquí contigo? Es que no hay mas lugares y pareces simpática.
-Claro que si, un gusto, me llamo Emma y ¿tu?
-Un gusto tambien, me llamo Nora.
Y así es como Emma y Nora se empezaron a hacer bien la una a la otra.
YOU ARE READING
¿Destino o casualidad?
RomanceEmma es una chica solitaria, no suele hablar de su vida, ni tampoco tener muchas amigas. Pero algo ocurre en su vida lo cual está a punto de cambiarle el rumbo a todo. ¿Estás dispuesto a descubrir que fue? Sigue esta historia para entender todo sobr...