Sed de amor

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Dicen que al principio sólo había dolor y la verdad lo hay.
Una mordida cambia completamente el concepto de vida de una persona.

Quisiera comenzar esta historia con un "era hace una vez" Pero eso sería contar mucho, sólo iremos al grano, directo al motivo que me tiene así, a punto de morir.

Soy un vampiro. Y al decir vampiro quiero que pienses en mí como el estereotipo que conoces... colmillos, ojos rojos penetrantes, capa negra, traje gótico elegante y un cabello negro azulado profundo y así viví durante mucho, mucho tiempo hasta que se anunció el comienzo del segundo Milenio y ahí fue cuando la conocí... vas a decir -ya comenzamos con lo cliché- ...  pues no!, no es igual!!.

Se llamaba Michelle una Rusa espectacular. Siendo vampiro tienes muchas ventajas, entre ellas y apuesto que no lo sabías, es que puedes hablar cualquier idioma, no importa donde te encuentres puedes hablar el dialecto de ese ligar solo tomando un poco de sangre de sus habitantes y ésta no era la excepción... ruso era mi idioma y trata de conquistar a esta exquisita chica era mi objetivo!.

Cabello rojo hasta la cintura, piel blanca y lisa, unas cuantas pecas en sus mejillas que la hacían ver aún más hermosa; sus labios un par de pétalos de rosas, esos profundos ojos miel y su voz, un coro de angeles.

Pero no todo puede ser perfecto. El defecto de mi querida Michel era que ella es un tanto ruda... cinta negra, sabía capoeira, le gustaba disparar armas de fuego, tenía familia boxeadora y un largo historial de demandas por bullying cuando era pequeña y por si fuera poco era obsesivamente fanática  de coleccionar dagas, cuchillos y espadas.

Una chica meramente peligrosa. Pero cuando la veías a los ojos se te olvidaba todo.

El día que decidí acercarme a ella y hablarle, yo llevaba un atuendo normal, unos jeans ajustados, una camisa negra de cuello de tortuga, unas modestas botas negras y mi pelo recogido hacia atrás. me presente con un ramo de rosas rojas. me senté junto a ella y con la voz más dulce que pude hacer le dije...

- querido angel, ¿ Porque tan sola?, te he traído estas rosas para acompañar tu hermoso rostro en esta tarde-

Después no sé qué pasó, me encontraba tirado en el suelo, boca arriba, con espinas en la cara y un fuerte dolor en mis costillas... hubiera obedecido a mi cabeza cuando me dio esa señal de que esa chica significaba mi muerte si seguía tras ella, pero como a veces el corazón tiene la voz más fuerte que la cabeza pues lo ignoré y volví a intentar.

Observe pues después de esto a la chica que me robaba el sueño. Estudiaba natación por las tardes, iba al colegio por las mañanas, sus tardes estaban ocupadas en su trabajo de medio tiempo y unas clases de cocina los fines de semana. Así que... ¿como acercarme a ella?. después de... bueno, no lo pensé mucho, estudiaría junto a ella!!.

Valiendome de mis artimañas logre entrar en su misma clase, su cara al verme sólo reflejo
una sonrisa cualquiera. Y así pues en el almuerzo intenté acercarme nuevamente, me senté detrás de su pupitre y antes de que pudiese decir algo me dijo...

- Aun me acuerdo de ti pero no se si tu tengas algún problema de memoria. Fui YO la que te golpeó en aquella ocasión de Las rosas; pensé que había quedado claro... si te acercas a mí, Te mato!!-

Un escalofrío recorrió mi cuerpo y nuevamente la sensación de que debía huir de ahí, pero lo que salió de mi boca la sorprendió tanto que hasta yo quedé perplejo.

-Me gusta tu agresividad, eso hace que me interese más en ti, si salgo lastimado no importa... si es por ti... no importa-  y sonreí mostrando mis colmillos.

Pasaron semanas para que ella pudiese hablarme otra vez o siquiera voltear a verme y cuando lo hizo fue para decirme...

-No me interesa lo que pienses o sientas por mí, si no te alejas...te mato!!-

Después de un silencio incómodo sus labios pronunciaron una palabra que al alejarse de mí se la llevó el viento, pude escucharla bien porque esa palabra es la que me hace sufrir hasta los huesos...

-... monstruo...-

Ella lo dijo y fue la razón para que no durmiera, para que no cazara, para que faltara la escuela. La razón por la que por primera vez falleciera de anemia y  pensar que una mortal me hiciera pasar por esto me lleno de rencor y sed de venganza.

-... tengo sed...-

Cuando menos lo pensé  nuevamente había recuperado mi fuerza. un festín nocturno de sangre y masacre; pero ese hueco en mi interior, esa profundidad ¿como la lleno?
Fui al cine, comí helado hasta vomitar, camine sin rumbo y después... después me llene de valor y entendí todo.

- Soy un vampiro!! la eternidad me abrió la puerta y la muerte se arrodillo ante mí, Soy un ser perfecto, he vivido más de mil años, robado cientos de amores, roto millones de vidas!!... !!¿Porque habría de ser diferente esta chiquilla?!!-

Aún conservo la ropa con la que morí, vestí pues esa capa negra, el hermoso traje negro grisáceo y me escabullí en la noche hasta su habitación; nuevamente mi cerebro me mandó esa señal de alarma pero decidí ignorar todo, estaba dispuesto a llegar a su cuello, morder su piel y perderme bebiendo su sangre.

Mi presencia la despertó, sus ojos se abrieron suavemente, su mirada se posó sobre mi rostro y me sonrío de una forma tierna y dulce.
Me quedé parado al pie de su cama viendo minuciosamente cada uno de sus movimientos hasta que ella... mi violenta Michelle extendió sus brazos a mí ser y con esa voz entre adormilada y seductora me llamo.

- mmh~... Ven a mi, pequeño vampiro...-

Como el mismo viento me deslice entre sus cobijas hasta quedar frente a frente sobre ella y mirándola fijamente me di cuenta que había ganado, nuevamente había logrado tener lo que quería.

Lentamente y sólo para disfrutar el momento cerré los ojos para hundirme en sus labios; cuando los abrí nuevamente no sabía lo que había pasado.

Me encontraba con un brazo enyesado y un ojo derramado, una herida de bala en la pierna y múltiples heridas de navaja. ¿que donde me encontraba?... Pues en el hospital de la prisión, encarcelado y y condenado a 40 años de cárcel por acoso, intento de violación, invasión a propiedad ajena, allanamiento de morada, entre otros tantos cargos que puso mi querida Michel. Fue entonces que logré escuchar lo que había tratado de decirme mi cabeza todo este tiempo...

- te lo dije!!-

Es aquí donde comienza mi historia, donde está terminando mi enamoramiento. A veces Me detengo y pienso ... ¿que motivó a esa chica a ser tan cruel?...Tengo sed...-

Veo la increíble inmensidad de la noche mientras me lamento por mis heridas. Suspiro y concluyo...

-...seguro era lesbiana...-

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FIN

La triste historia del amo de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora