Todo comenzó una tarde, nuestro anfibio favorito se encontraba con escoba en mano, barriendo algo de shitpost y a algunos usuarios cuando oyó venir a nike, diciendo como siempre "ashe besto waifu" aquella helada rana siempre lo negaba pero en el fondo... lo deseaba con toda su alma
Estaba hundido en sus pensamientos cuando fue interrumpido por un "farewell to ballade" seguido de un "sono chino salame" realmente no sabia que le atraía de aquel sujeto fanático de las canosas
No quería sentir nada por el, por lo que quiso aventurarse con alguien mas, ese alguien, un memero que le había roto el corazón hace un tiempo con su partida, que recientemente había vuelto, la relación estaba funcionando excepto por un detalle, aún no podía sacarse de la cabeza a naik, decidio terminar con aquel pokemaniatico, dejarlo en el olvido, sabía que debía estar con naik, volvió al sagrado chat de alabanza de waifus, quiso empezar a dejar de ser tan malo con el y empezar a alabarlo
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Pero sus intentos desistieron en cuanto comenzó a ser shipeado por una loca besto waifu, sus instintos tsunderes no se lo permitirían...
Saltando se encontraba la rana, cuando un curioso naik le hablo en un cuarto en privado, si aquello era cierto preguntaba, "¿que cosa? Pregunto Ice, "ya sabes... ¿que si tu..." la pregunta de la Mantis quedó interrumpida, un silencio llenaba el cuarto, el congelado anfibio se comenzaba a poner algo nervioso, no sabia que hacer intento decir algo, pero aquel intento fue negado con un súbito beso, se separo rápidamente y le pego un puñetazo en la cara, fue una reacción instantánea, lo quería pero no lo quería, con la cara adolorida naik le decía, con una expresión de burla "¿no te gusto?"
Furioso, furioso estaba, no sólo por la burla del zapato, si no también, por su propia reacción, no sabia que le pasaba, la mantis preguntó; "¿quieres otro?" Frog más calmado suspiro un poco, lo pensó, lo miro a los ojos, estaba muy sonrojado, y finalmente asintió con la cabeza, antes de que la zapatilla desgastada pudiera reaccionar el se abalanzó sobre el, cayendo ambos al suelo, poco a poco sus labios se juntaron, hasta darse un largo beso...
Sin embargo, algo que no se esperaba ninguno de los dos ocurrió, la puerta se abrió de golpe, sorprendidos miraron quien era, la rana de shelo no se lo podía creer, quien acaba de asomarse a la habitación era nada más y nada menos que... un amante de las tortugas, su ex.
