Cuando era pequeña siempre pensaba que el corazón cambiaba de colores, que era como una piedra de esas que encuentras en el mar.
Cambiaba según tu estado de ánimo, el rojo era amor, el blanco paz, el amarillo esperanza, el azul tristeza, el verde desagrado y el morado era de un sentimiento neutro. Jamás pense sentir otras emociones como estás, para mi estas eran las únicas.
Pero vamos cuando crecí experimente lo que es un corazón roto y es uno de los sentimientos más fuertes y que más me ha marcado. Siendo sincera pensé que el enamorarme sería todo color de rosas, pero al final las cosas no terminan bien.
Es una experiencia que tengo que dejar salir para poder sanar.