Al entrar en mi habitación me siento en la cómoda de la ventana con la mirada hacia la calle, pensado en todos los sueños que he tenido desde niña y en la posibilidad de que sean reales. Mientras miraba me parece ver a alguien, escondido entre los arboles de los Stefan. Cuando me levanto para buscar mis binoculares y mirar quien era esa persona del otro la calle, en ese instante entran a mi habitación Brayan, Jhon y los otros chicos.
Se crea un momento de silencio, que es interrumpido por el chico que llego de Boston — Después, de todo mi nombre es Alan Thompson; el de mi amiga es Angelín Jian, y el de ustedes—.
Brayan presentándonos dice — Jhon Over, Luna Bulton y Brayan Clewon —.
— Puedo hacerles una pregunta —nos dice Alan.
— Claro que si —le dije volteándome así ellos.
— Creyeron en una sola palabra de lo que dijeron allá abajo —nos dice él.
— No —le contestó, mientras me siento nuevamente en la ventana.
— ¿A qué le temes? Luna —me pregunta Jhon, y al mismo tiempo acercándose a mí.
Volteándome hacia él, le dije — Le temo a mis sueños —.
— ¿Por qué? —me pregunta él.
— En ellos he visto cosa que no puedo describirles —les dije.
Angelín colocando su mirada hacia el escritorio dice —Y cada día, cada sueño te aterra más que el anterior, y quieres por un momento que pararan —.
Levantándome de la ventana le dije — Tú, también los haz tenido —.
— Si —dice ella.
— Y porque no lo mencionaste.
— Por miedo —dice Angelín.
— Y por eso te ocultas, en tu estilo rebelde.
— Sí.
Alan al ver a su amiga preocupada por todo lo que está pasando, dice — ¿Por qué?. No, nos damos el beneficio de la duda —.
— Pensar que somos eso chicos. ¿Cómo?, si somos tan distintos.
— No tanto por nosotros, si por ellas Brayan —dice Alan.
— Pero lo que dice Brayan es verdad. No lo digo por ti Angelín. Es que cada uno de nosotros tiene una forma, totalmente distinta de ver la vida—le dije.
— Eso es verdad —dice Brayan.
— Angelín por tu forma de vestir, y a simple vista se puede saber que eres una chica rebelde —.
— Si —me contesta ella.
— Y si a eso le sumamos, que Jhon es ateo, Brayan y yo somos Católicos Cristianos, y Alan la verdad no sé qué eres tú, porque no lo te conozco —.
— Soy cristiano —nos dice él.
— ¡Eres cristiano!, porque no me lo habías dicho antes Alan —le dice Angelín, un poco sorprendida.
— La decisión no fue mí, sino de mis padres Angelín —.
— Sí que somos distintos, y no te equivocas en decirlo Luna —dice Angelín.
Jhon observa que estoy nuevamente perdida en mis pensamientos y me dice — ¿En qué piensas? —.
— Pienso en las veces que tuve pesadillas, e imaginar que algunas de ellas sean reales, hace que todo mi cuerpo tiemble de miedo —le dije.
ESTÁS LEYENDO
Los Hijos de La Luz "El Cristal y la Cinco Espadas"
Fantasi"Un día antes de que mi vida, y la de mis mejores amigos cambiara para siempre; y nos embarcáramos en una búsqueda llena de misterios y peligros, volví a tener el mismo sueño de siempre, pero esta vez todo en él era un poco distinto, parecía ser rea...