Stay 》TodoDeku《

Stay

Suelen pensar que la vida de un héroe es fácil, tienen de todo todo, dinero, fama, reconocimientos, etcétera.
Y aunque muchas personas crean que eso es tenerlo todo, que es lo mejor y que no se puede pedir algo más.

Se equivocan.

La vida de los superhéroes no es fácil.
Una cosa es que pueda parecer "fácil" que ellos salven y cuiden a las personas; para que todos los ciudadanos puedan tener  una vida tranquila.

Y otra cosa es que los héroes  puedan vivir una "vida normal" o siquiera tengan tiempo para algo más que pensar en los demás.

Hacen que se vea tan fácil el ayudar y salvar a las personas, pero irónicamente no pueden hacerlo con ellos mismos.

x x x x x

Su relación estaba mal.

Midoriya lo sabía. 
Todoroki estaba cada vez más distante, y algo cortante.
¿Qué había pasado?  ¿Había cometido algún error?

No había pasado tanto desde que se habían graduado de la escuela, todo su tiempo se había absorbido de un momento a otro, antes podían verse mucho más tiempo.

Pero desde que trabajaban en distintas empresas todo había empezado a salir mal.

¿Por qué?
No lo sabía.

Quizá era el estrés, ambos tenían muchas cosas por hacer y cuándo terminaban una cosa, salían dos más.

Pero no podían quejarse, era la vida que habían elegido y estaba satisfecho por ello.
Midoriya era comprensivo, no se quejaba por más ajetreado que estuviera, al final del día tenía una buena recompensa al llegar a casa.
¿Qué era?
Su novio, que tan sólo con verlo, su mal día se arreglaba.

Y sabía que pasaba lo mismo con Todoroki.

Al estar cerca de él, la casa se volvía un hogar, era cálido.
Esos pequeños momentos eran los que más apreciaba, aunque no duraran más de 30 minutos despiertos, para después caer rendidos en la cama.

Pero eso se había desvanecido, antes de que pudiera darse cuenta.

No fue hasta que Uraraka le preguntó el por qué ya no hablaba tanto de Todoroki.
Hasta ese momento, no le había tomado importancia.
Era verdad.

¿Qué había pasado? pensó mentalmente el pecoso mientras acomodaba la cama, recordaba lo que había sucedido hace unos momentos, tenía algo importante que decirle a Todoroki , pero el bicolor sólo le miró y se marchó, lo que más le dolía, es que ni siquiera le dijo que estaba ocupado, o algo así, sólo le había ignorado.
Y sabía que ni siquiera una disculpa iba a tener para compensar esa actitud, nuevamente se estaba consolando a si mismo.

Sabía que lo que tenían ya no era una relación, había dejado de serlo hace mucho, había dejado de importarle, el trabajo era más importante, y lo entendía, salvar a las personas era la prioridad que para ambos.

No podía ser egoísta.
Un héroe no podía.

Desde hacía varios  días, Midoriya estaba algo nervioso, una idea había aparecido en su cabeza y no podía sacarla, desde que vió un estúpido programa de chismes, desde ahí, por una sección de menos de cinco minutos, estaba creyendo que en cualquier momento Todoroki lo iba a dejar, y aunque aceptaría la voluntad del heterocromático, no quería que eso pasara.
Así de absurdos eran sus pensamientos, pero cuando pensaba algo muchas ideas aparecían, dejándolo más ansioso ante todas las posibilidades.

— Sólo quiero que te quedes.— murmuró, para así cerrar la puerta de su casa, tenía una ciudad que cuidar.

Así pasaron las horas, hasta que el peliverde pudo regresar a su casa, estaba agotado.
Con pereza abrió y cerró la puerta, esperaba que Todoroki estuviera ahí, no había sabido nada de él en todo el día y para su buena suerte, vio la llave en la mesa principal, sonrió.