Capítulo 13

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Salí de allí y llamé a Manuel para que me viniese a buscar, él siempre estaba ahí para cuando necesitaba algo. Vino a por mí y me llevó en el coche de su padre a la universidad para coger los libros que iba a necesitar en la biblioteca.

Entramos en la universidad y no sabía nada de Carlos.

-¿Estás bien?- me preguntó Manuel.

-Si , si, solo estoy un poco distraída – mentí. Estaba preocupada, quería saber si Carlos estaba bien y donde estaba.

-Ah vale, por cierto ¿me acompañas a la taquilla?- me preguntó tímido.

-Pues claro- le dije sonriéndole, era tan tierno... Tenía la misma inocencia y sensibilidad que un niño pequeño.

Llegamos a su taquilla y él sacó un sobre, olía muy bien, era perfumado. Me quedé impresionada.

-No sé que decir...- le dije mirando al sobre.

Él me cogió de los brazos y me dio un beso, cuando me di cuenta de lo que estaba pasando me aparté rápidamente. Miré al fondo del pasillo y vi a Carlos a unos 30 metros, él lo había visto y vi como apretaba los puños y se iba de allí buscando algo en los bolsillos de su chaqueta de cuero.

-¿Qué coño haces?- le dije a Manuel enfurecida apartándolo de mí bruscamente.

Me fui corriendo a buscar a Carlos para explicarle ese mal entendido. Si no me hubiera visto Carlos quizás hubiera reaccionado de otra forma pero no había sido así.
Iba detrás suya chillándole mientras él se encendía un cigarro, entonces le alcance y me coloqué en frente suya sujetándole un brazo, noté como temblaba, así que le solté.

-¿Te gusta jugar por lo que se ve? No eres más que otra puta de esta universidad aunque tengas menos dinero-dijo Carlos ,frío , no había pensado en mis sentimientos. Solo lo había dicho, no había pensado en pedirme explicaciones, simplemente se limitaba a lo que había visto.

Me quedé quieta mientras pasaba por al lado mía y se alejaba, estaba paralizada, con un nudo en la garganta, sin hablar, porqué sabía que si lo hacía iba a llorar, apreté los puños y me fui de ese pasillo, me dirigía a la parada de autobús cuando me crucé con Raquel y Ana, me intentaron parar pero seguí hacía delante, entonces se colocaron en frente mía y Raquel me cogió de la cara, se fijó en mis ojos vidriosos y me dio un abrazo, es lo único que me faltaba para romper a llorar.

-¿Qué ha pasado?-me pregunto Raquel.

-Manuel... me besó y... Carlos, bueno, Carlos lo vio...- contesté apretando los puños.

-Pero...- me dijo Ana y entonces decidí irme, no quería hablar de ello.

Esperé en la parada de autobús a que llegase, estaba lloviendo, tiempo que acompañaba mi estado de ánimo. "Me debía de haber armado de valor y haberle dicho las cosas claras", me decía en mi pensamiento pero en esos momentos me había quedado bloqueada, sus palabras me habían hecho daño y lo único de lo que tenías ganas era de llorar o dar un golpe a algo. Pensé en llamar a Raúl, a Fátima... pero no era lo suficiente valiente así que llamé a Pedro para contárselo.

Cogí el autobús y llegué a casa, entonces me encontré a Carlos y a Ángela en el sofá, estaban liándose, pero tras hacer una breve parada en la cocina observando la situación, decidí afrontar los problemas.

-Ven un momento, Carlos- le dije agarrándole del brazo.

-¿Qué coño haces?- me dijo levantándose y desenganchándose.

-Ven joder- le dije tirando de él.

-No tardo Ángela- dijo dándole un beso

Sabía que me fastidiaba y por eso lo hacía, simplemente decidí reírme y meterle en mi habitación.

¿Confías en mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora