La curiosidad de un entrenador

Encuentros...

Eran ya pasadas las 7:30 un joven caminaba acompañado de una Gardevoir llamada Marisa y un Xatu llamado Zatu (valga la redundancia) rumbo a un restaurante que acababa de abrir se llamaba "El Munchlax feliz" y como era de esperarse el dueño tenía un Munchlax, al llegar se sentó en la barra mientras esperaba el servicio junto con Marisa y Zatu pero Zatu salió del restaurante, él prefería los sitios al aire libre

Marisa –vaya se fue otra vez

Ryo –jee ya sabes cómo es, prefiere los lugares con aire fresco

Marisa –tienes razón

Mesero –disculpe joven ¿desean ordenar?

Ryo –si, por favor

El mesero tomo las ordenes y fue a la cocina, pero al poco tiempo alguien más entro al restaurante acompañado de una Loppuny, el joven abrió los ojos como platos y un brillo en sus ojos apareció, sonrió de oreja a oreja para decir

???? –vaya, vaya pero miren lo que trajo el Pelipper

Ryo volteo extrañado y logro ver a un muy viejo amigo

Ryo – no puede ser (una sonrisa apareció en su rostro mientras levantaba su mano para saludarlo) ya sabía que esa voz de afeminado tenía que ser tuya

Aron –y ese peinado tan feo solo tú lo usarías jaja

Ambos caminaron para saludarse con un fuerte abrazo, pues ya hacía años que estos amigos no se veían mientras la Loppuny y Marisa se quedaban viendo una a la otra

Ryo –Aron, cuanto tiempo sin verte amigo

Aron –lo mismo digo pero vamos hay que pedir una mesa

Marisa –Loppuny... cuanto tiempo...

Loppuny –Marisa...

Un aire de nostalgia lleno el momento y de pronto ambas corrieron a darse un fuerte abrazo con lágrimas en sus ojos ya que al igual que sus entrenadores, ellas habían entablado una gran amistad

Aron – era de esperarse supongo

Ryo –si, lo se

Aron –bueno, disculpe mesero (dijo levantando su mano para llamarlo)

Mesero –si joven ¿que desea?

Aron –podría darnos una mesa para cuatro por favor

Mesero –mil disculpas caballero pero se agotaron las mesas para cuatro todas están ocupadas

Aron –una lastima

Ryo –disculpe tiene mesas para dos

Mesero –si actualmente tengo algunas disponibles en la terraza

Ryo –Pues las tomaremos

Mesero – muy bien en un momento los ubicamos

Ryo –si no hay problema

El mesero cerró sus ojos y sonrió gentilmente para después subir a la segunda planta y preparar la mesa

Aron – ya que tendremos mesas separadas, creo que sería mejor si Ryo y yo compartimos mientras tú y Marisa toman la segunda mesa, apuesto que tienen mucho que contarse una a la otra

Marisa –si, así es

Al instante regreso el joven para al fin ubicarlos en las mesas correspondientes

Mesero –por aquí por favor

El mesero llevo a Marisa y Lopunny a su mesa y después a Ryo y Aron, las mesas estaban algo alejadas pero eso no importaba, ordenaron y comieron pero aun después de terminar siguieron platicando, contaban anécdotas historias y aventuras, pero por sobre todo una duda seguía molestando a Aron