What u do?

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Chanyeol aún recuerda la primera vez que vio a Byun Baekhyun; como este cayó en sus brazos, literalmente como un ángel venido de el cielo. No podía estar más sorprendido y consternado; aún a sus diez años él era perfectamente consiente de su situación. Porque Chanyeol era un elemental, de los pocos que existían, y los de su clase tipo fuego no eran especialmente apreciados debido a su inestabilidad, además de ver su elemento como algo dañino y destructivo.

Por eso y otras cosas, era un niño solitario y silencioso; temido por la sociedad, serio y analítico; todo lo que un niño a su edad no debería de ser; pero forjado de esa forma debido a todas las situaciones que ni siquiera debería de experimentar. A pesar de saber las razones, eso no significaba que el disfrutará o decidiera por elección propia encontrarse en ese estado, como cualquier niño, era curioso e imaginativo; deseaba conocer lugares y personas diferentes; pero su torpeza y poca habilidad social no le eran de ayuda.

A diferencia de Chanyeol, el pequeño en sus brazos era totalmente opuesto, Baekhyun con solo 8 años era diminuto y adorable, siempre tenía una brillante sonrisa para regalar, una personalidad chispeante y dulce, aunque ingenua. Baekhyun estaba siempre rodeado de personas que lo amaban, su familia, sus amigos; era imposible no quererlo.

Como no era de extrañarse, Baekhyun aún en sus brazos le obsequió una pequeña sonrisa, tan dulce y amable que lo descolocó por completo

ya que nadie nunca había tenido esa clase de gesto hacia el. Ningún gesto amigable era dirigido hacia el en realidad. Se quedó observándolo fijamente, con sus ojos abiertos al máximo y sus brazos aún sosteniendo al contrario, sin saber exactamente cómo reaccionar. Ni siquiera cuando el más pequeño se revolvió intentando ser bajado, y al no haber respuesta consiguiéndolo por su cuenta.

Fue cuando observó aún desde su lugar a aquel extraño niño subiendo de nueva cuenta al árbol del cual había caído con dificultad; que decidió acercarse para observar mejor y notó el problema.

Las blanquecinas manos estaban juntas y ahuecadas en lo que parecía ser un gesto protector hacia lo que tenía entre ellas, obligándolo a depender únicamente de sus piernas y brazos para escalar; volviendo todo más peligroso. Incluso Chanyeol se sorprendió a si mismo extendiendo los brazos en un gesto involuntario cuando vio resbalar al chico, pero no fue necesario ya que este se estabilizó rápidamente.

Llegando a su destino, se sentó en una rama de en medio con las regordetas piernas a cada lado de esta para mayor estabilidad. Chanyeol tuvo que agudizar su vista para poder observar que es lo que hacía el contrario por el intenso follaje que lo escondía de su vista; y lo vio, como abrió cuidadosamente sus manos para dejar ver un polluelo de colores rojo y amarillo, tan brillantes como el fuego mismo; el ave movió la cabeza a ambos lados identificando su entorno, para después dar un saltito hacia el nido que tenía frente a el para reunirse con su madre y hermanos.

No recuerda haber visto nunca antes una sonrisa tan hermosa como la que tenía ese niño en el rostro con sus ojos en medias lunas y sus labios formando un llamativo rectángulo cuando vio su objetivo cumplido. Era tan cegador que sintió dar su corazón un brinco y se sintió indigno de poder presenciarlo; después de todo el era alguien malo, como tantas veces le dijeron y le hicieron creer.

Afirmándose fuertemente al árbol está vez y con mucho cuidado, el pequeño bajo de el árbol; con un Chanyeol muy pendiente y nervioso durante todo el proceso, hasta que vio sus pequeños pies forrados en unos tenis blancos tocar el suelo. Se dio la vuelta completamente animado y con esa tenue sonrisa que parecía estar pegada permanentemente a su rostro y se acercó a él para tomar su mano.

-¡Me salvaste! ¡Gracias! - su voz era aguda y estridente, parecía más un grito, pero al otro eso no pareció molestarle y solo asintió, aún observándolo fijamente.

Firefly ~Chanbaek~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora