La cama que una vez estuvo perfectamente tendida ahora era una zona de desastre; la cobija yacía en el suelo junto con algunas almohadas y otras se encontraban regadas por la gran cama, las sabanas que cubrían el colchón estaban revueltas y manchadas y Kibum, bueno, él estaba a punto de alcanzar su segundo orgasmo.
El rubio se encontraba tapando su boca con ambas manos, amortiguando cada gemido que quería salir provocados por las estocadas de Jonghyun, este se encontraba sujetando las rodillas de Kibum para tener un mejor acceso al cálido interior del menor, su miembro entraba y salía con facilidad de aquel agujero suave, el sudor corría entre sus cuerpos y la cama crujía levemente con cada sacudida.
Ambos trataban de hacer el menor ruido posible pues la madre de Kibum aún se encontraba en la casa y no sabían si aún seguía despierta.
Kibum tenso todos sus músculos anunciando que estaba próximo a alcanzar el orgasmo, pero antes de que pudiera pensar en venirse, Jonghyun salió de él y rodaron en la cama desacomodando más las sabanas. Kibum gimió alto por la interrupción de su orgasmo.
-Móntame.-dijo Jonghyun con una sonrisa maliciosa.
-Sí, sí, pero quédate quieto ya.- Kibum estaba delirando de placer, necesitaba venirse de nuevo, y en lugar de montar a Jonghyun cara a cara le dio la espalda, dejando que el peli plata tuviera la mejor vista de su trasero mientras se tragaba toda su polla.
-Joderrrrrrr.-gimió Jonghyun al ver semejante vista, le dio un pequeño azote a las espectaculares nalgas del rubio.
-¿Te gusta lo que ves?-pregunto el menor sacando la lengua descaradamente y pasándola sobre sus labios mientras se amasaba sus propias nalgas, las separaba para que el peli plata pudiera ver como su miembro había casi desaparecido para volver a reaparecer lentamente cuando Kibum levantaba sus caderas.
-Claro que sí, demonios.-dijo Jonghyun quitando de un manotazo las manos contrarias para dedicarse a amasar el mismo las nalgas del rubio.
Este gimió leve y comenzó a levantarse y sentarse sobre la gran polla del mayor, por la posición nunca antes probada sentía como su próstata era alcanzada con tanta facilidad que no estaba seguro de poder aguantar más de 5 segundos, pero lo intento con toda sus fuerzas.
Kibum se sentó derecho para comenzar a rebotar sobre la polla de Jonghyun con mayor facilidad, se mordía el labio con fuerza evitando gemir ante la fricción en su punto dulce y las caricias de las manos de Jonghyun en su trasero y su espalda.
El peli plata estaba fascinado por los pequeños hoyuelos en la espalda baja de Kibum, para él era la cosa más sexy del mundo, sin mencionar la pequeña y femenina cintura que tenía el rubio para terminar en un trasero grande y hermoso, sus nalgas rebotaban con cada estocada de una manera tan sensual, ese chico era su perdición.
Kibum comenzó a hacer ruidos adorables con su boca, captando la atención de Jonghyun quien sintió un tirón en su polla al ver como la saliva resbalaba por la barbilla del menor y también por sus dedos al tener estos dentro de ella mordiéndolos para así evitar gemir fuertemente.
Sin esperarlo y por la estimulación visual que tenía, Jonghyun empujo a Kibum hacia enfrente dejándolo acostado totalmente sobre su abdomen y se levantó, penetrando su culo cerrado con su gruesa polla, estaba a punto de venirse y quería hacerlo en la espalda de Kibum.
El nombrado tapo su boca rápidamente cuando el segundo orgasmo lo golpeó fuertemente, sintiendo como su semilla se regaba bajo el en su abdomen y las sabanas desarregladas.
-Me voy a venir en tu espalda bebé.- anuncio y saco su polla para comenzar a masturbarse de una manera frenética.
Sin esperar una respuesta por parte del menor dejo caer toda su semilla sobre los hoyuelos de la espalda de Kibum, llegando al éxtasis al admirar semejante vista, era todo una obra de arte, que si no estuviera en ese estado le hubiera sacado una foto.
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Innocent Dance
RomansaKim Kibum era un hermoso rubio de 21 años recién cumplidos, de familia rica y sobreprotectora. Asistía a la mejor universidad de la ciudad y vivía rodeado de lujos gracias a sus padres. Kibum era tan inocente como nadie, tan lindo y servicial, era...