Capítulo 70

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- ¿Sabes de qué me he dado cuenta?

- ¿De qué?- preguntó conduciendo hacia la casa de Alves.

- Que nuestro aniversario cae el día de la Champions.

- ¿En serio? Pues te traeré de regalo una copa, una de las mejores para que te sientas la campeona de Europa.

- ¿Seguro?- le miré y él hizo lo mismo, aunque menos tiempo que yo.- Vale, ya lo veremos.

- ¿Crees que perderemos? Sos mi amuleto de la suerte.

- No, pero no vendas la piel del oso antes de cazarlo

- ¿Qué?

- Es un dicho español, son raros.

Reímos y seguimos el trayecto hasta la casa de Dani en silencio. Me abrió la puerta cuando llegamos y bajé del coche, yendo a la puerta agarrada de la mano con él.

- ¡Aquí está la Joya y la chica Dybala!

- Los mismos.- Paulo sonrió y saludó a su amigo.

- ¿Y Joana?

- En el salón, con Anto.

- ¿Anto también está? ¡Sí!

Me solté de la mano de Paulo y salí corriendo hacia el interior de la casa. Saludé a las chicas con un abrazo, en especial a Joana que hacía tiempo que no la veía.

- Al fin te vuelvo a ver.

- Al fin estamos las tres.

- Y los tres, no se olviden de nosotros.- Leo sonrió junto a los otros dos.- Somos mejores que vosotras.

- Sí, seguro.

- Sin nosotras, no seríais nadie.

- Posiblemente.- Paulo sonrió y se sentó, quitándome el sitio.- Aunque la verdad, no quiero averiguarlo.

Sonreí de vuelta y me senté en sus piernas mientras que los demás tomaban asiento y empezamos a hablar de cosas sin importancia, nuestra vida en general. Después vinieron Thiago y Mateo y por supuesto, yo fui a jugar con ellos.

- Dale, saltá y yo te sujeto.

- ¿Segura?

- No te dejaré caer, dale.

Thiago salió corriendo hacia mí y cuando llegó saltó, yo le cogí en el aire y me levanté para, con mis brazos entre los suyos, darle vueltas en el aire y escuchar su risa.

- Otra vez.- reí y le moví el pelo.-

- ¿Otra vez?

Volví a hacer lo mismo que solía hacer mi hermano conmigo cuando ya era más alto y fuerte que yo. Después lo subí a mis hombros y luego jugamos al escondite.

- Oye.- todos me miraron ya que acababa de entrar en el salón.- ¿Saben dónde está Thiago? Lo perdí.

- ¿Perdiste a mi hijo?

- Jugamos al escondite, ¿Lo vieron?

- Estará...búscalo vos que es lo que tenés que hacer.

- Pelotudo.

Seguí buscándole hasta que escuché a su hermano reír en su habitación, cuando llegué lo vi en la cama de su hermano y mirando a su cuna. Fue despacio y allí estaba, escondido en la cuna.

- ¡Te pillé!

- ¡No!- le empecé a hacer cosquillas mientras se revolvía riendo.

- ¿Qué pasa? He oído gritos y...oh dios, ¿Estaba ahí?

- Tu hijo es lo que no hay.- saqué a Thiago de la cuna y salió corriendo.- Menos mal que Mateo me lo chivó.

- ¿Te lo chivó un niño de un año?

- Sí, se estaba riendo mientras miraba a la cuna.

- Niños son y niños serán.- dijo Joana riendo.- Hablando de niños...

- ¿Estás embarazada?- las dos la miramos.

- No, para nada, ¿Y tú?

- ¿Yo?- ahora ellas me miraban a mi.- No.- reí.- ¿Por qué preguntas?

- No sé, tú preguntas, yo pregunto y además, se te ve muy buena con los niños.

- Eso es verdad, a los míos los tienes locos.

- Ya, bueno, es que siempre he sido muy buena con los niños, me encantan, la verdad.

- ¿Y cuándo con Paulo?

- ¿Y esto?

- Llevan poco tiempo.- dijo Anto alzando a Mateo y llevándolo en sus brazos.- Pero eso no es razón para...

- ¡Eh! Poquito a poco, no nos motivemos que yo soy muy joven.

- Tenés 23.

- Como tú.

- Yo tuve a Mateo con 24

- Y ya llevabas tiempo con Leo.

- Oye, tú llevas con el dos meses y si contamos el tiempo que estuvisteis en Argentina.

- Luego rompimos, ¿Recuerdas?

- Pero ya os conocéis por eso, es como si nunca hubieseis terminado.- reí.- Lleváis casi medio año.

- Están locas, aquí no hay pareja estable.

- Bueno, si te acostaste ya con él es porque crees que es el indicado y que yo sepa, tu mejor amiga está comprometida con tu hermano con el que lleva dos meses.

- Pero no se casarán hasta que ella sea mayor.

- Está bien, nos callamos, pero nos encantaría un mini Dybala por acá.

Reímos y salimos por fin del cuarto de los hijos de Leo y Anto para volver con los demás. Por fin cenamos y luego seguimos allí, hablando y contando cosas chistosas.

Clarity (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora