Desde el patio de su casa, recostado en el césped, HongBin se encontraba mirando las estrellas con suma fascinación.
— Hola. — Sintió una voz del otro lado de la cerca que separaba su casa de la del vecino.
No se asustó, ya que era lo mismo todos los dias.
Taekwoon, quien vivía al lado, siempre se asomaba a la misma hora, para conversar y observar las estrellas junto con el menor.
— Hola Taekwoon, ¿Cómo estás? — Lo saludó sonriendo, mientras se ponía de pie y se acercaba a la cerca.
— Como siempre, cansado. — Respondió su vecino bostezando.
— Deberías irte a dormir, yo puedo puedo observar las estrellas sólo. — Le dijo preocupado.
Taekwoon estudiaba en la universidad y trabajaba al mismo tiempo, y generalmente siempre andaba por la vida con unas ojeras algo grandes debajo de sus ojos.
Y sin embargo, nunca le fallaba a HongBin, desde que lo descubrió mirando las estrellas tan embelesado, quizo acercarse a él.
HongBin era algunos años más joven que Taekwoon, y por esa razón a la madre del menor no le gustaba mucho que sean tan cercanos, ya que prefería que su hijo tuviera amigos de su edad y no alguien cuatro años más grande que él.
Pero eso a HongBin no le importaba, porque al igual que amaba mirar las estrellas, amaba pasar tiempo con su vecino, aunque tan solo sean minutos.
— Estoy bien, no te preocupes. — Le aseguró el mayor regalándole una sonrisa.
— ¿Seguro? Te puedo traer un vaso de agua.
— No, no hace falta. Es tarde y no creo que a tu mamá le haga gracia saber que estas despierto, y mucho menos que estas hablando conmigo.
— Taekwoon, quiero mucho a mi madre, pero, ella no puede decirme que hacer. — Murmuró el menor poniendo los ojos en blanco.
— Tienes dieciocho años, claro que puede decirte que hacer, HongBin. — Le recriminó riendo.
— Técnicamente, si. Pero de todas formas, no puede ordenarme con quien debo juntarme y con quien no.
— ¿Por qué ella me odia? — Cuestionó confundido.
— Taekwoon, ya lo hablamos varias veces. Ella piensa que eres muy mayor para que seamos amigos y bla, bla, bla...
— Pero no soy tan mayor, tengo veintidós. — Se quejó.
— Olvida esto y sólo cruza la cerca y ven a observar las estrellas conmigo. — Le pidió extendiéndole la mano derecha, para ayudarlo a pasar al otro lado.
Las grandes piernas largas del mayor hacian que fuera más fácil el cruzar hacia el jardín de HongBin.
— ¿Que constelación vas a enseñarme el dia de hoy? — Preguntó Taekwoon, recostándose en el césped, seguido del menor.
— Hoy te enseñare... Esa. — Señaló alguna parte del cielo. — Se llama Orión, es una de las constelaciones más bellas y conocidas del cielo, y tiene una multitud de estrellas. — Comenzó a explicarle totalmente emocionado.
Taekwoon se tomaba el atrevimiento de observarlo detenidamente mientras lo escuchaba de manera atenta.
Se notaba a lo lejos el potencial y la inteligencia que poseía HongBin, es distinto a cualquier joven de su edad, tiene algo especial, o al menos eso piensa el mayor.
— Taekwoon... — Lo llamó HongBin, volteando su cabeza para verlo.
— ¿Qué sucede?
— ¿Por qué vienes a ver las estrellas conmigo siempre? Quiero decir, deberías ocupar tu tiempo libre en descansar y no desperdiciarlo aquí conmigo.
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Stars. → Leobin.
FanfictionHongBin ama observar las estrellas. y Taekwoon ama observarlo a él.