18- Tuve un mal dia.

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CAMERON:
Camine por los pasillos del colegio de Sky, tomado de su mano, iba a la reunión con su maestra y otros padres de otros niños.

Me senté en una pequeña silla con Sky en mis piernas, esa mañana había peinado a mi hermanita lo mejor que pude, le hice una coleta, pero ella se quejó durante todo el trayecto ya que todas las niñas de su salón siempre traían peinados increíbles y ella jamás tenía uno.

La reunión comenzó y hablaron del comportamiento de los niños y demás. Al finalizar mi hermana y sus compañeros se quedaban en el colegio, yo debía asistir al instituto, ya llegaba tarde por demás pero no me importaba, todo sea por Sky.

Camine por los pasillos nuevamente pero esta vez lo hice solo. Oí un grito tras de mi pero no creí que fuera para mi por lo que no paré. Al volver a oírlo me volteé encontrándome a Katie. Luego de esa noche nos habíamos hecho realmente cercanos, por un lado me alegra haberlo hecho ya que es una increíble persona, pero por otro lado odio el momento en el que me metí con ella ya que al final, terminaría por romperle el corazón.

Katie corrió hasta mi saltando y enrollando sus piernas en mi cadera plantando un beso en mis labios.

—¿Que haces aquí Kat?— dije bajándola y acariciando su suave mejilla.

—Reunión de mi hermana menor, ¿tu?— me miro con mirada interrogante.

—Reunión de mi hermana menor— dije sonando igual que ella, ambos reímos.

—¿Como se llama la afortunada?— preguntó.

—Sky, ¿la tuya?

—Emily— contestó tomando sus manos frente a ella viéndose totalmente tierna.

—¿Emily? Sky no para de hablar de una tal Emily— conteste recordando la insistencia de mi hermana menor en invitar a jugar a una niña con el mismo nombre. Obviamente yo me negaba ya que nuestra casa en un maldito basurero, no me gustaría que le hagan bullying por eso, como me lo han hecho a mi. Ella se enojó conmigo por demasiado tiempo, pero en un futuro realmente me lo agradecerá.

—Oh, ¿en serio?— preguntó y asentí. —Cam, debo irme con mi madre, ¡adiós! Te quiero— dijo sin dejarme contestar y dejando otro dulce beso sobre mis labios.

—También te quiero, Katie— susurre volviendo a lo mío, no debía encariñarme con ella pero era inhabitable no hacerlo.

Llegue al instituto, todos estaban en receso, porque era tarde. Camine entre los alumnos llegando hasta la cafetería donde sabía que encontraría a Francisco con alguna de sus tantas novias, como siempre. ¿Este chico nunca cambiará?

—Francisco— lo llamé.

—¡Cam!—dijo, al instante puedo ver sus ojos rojos y se que estuvo fumando marihuana— ¿qué tal tu reto?

—Viejo, ¿que te he dicho de fumar?— pregunte, pero él me ignoró completamente— No se si quiero completarlo.— conteste a su pregunta llamando su atención. Al fin sus ojos se posan nuevamente en los míos.

—Entonces no tendrás el dinero—dijo encogiendo sus hombros sin darle mucha importancia. Maldita sea con el drogadicto este.

—Está bien—dije, realmente necesitaba ese dinero.

—Cameron está noche a más tardar te la tienes que tirar y mandarme el video, sino no hay trato—dijo cínicamente, ¿video? Eso no estaba en el maldito trato. Pero cuando iba aquejarme su mano me indicó que había terminado conmigo y que me retirara. Bien. Lo haré, pero me la cobraré y muy cara.

—Perdóname Katie— murmuré a la nada misma.

Me encontraba buscando a Katherine en los pasillos del instituto, no estaba por ningún lado. ¿Donde se ha metido? Me pregunte.

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