No puedo evitar sonreír como idiota cada vez que recuerdo esa tarde y noche.
Fue como si en unas pocas horas hubiera rejuvenecido unos cinco años con tan solo escucharte reír. Traté de poner atención a todo lo que decías pero inevitablemente me distraía con tu rostro, con cualquier pequeño gesto involuntario, como acomodarte el cabello detrás de la oreja mientras relatabas como te graduaste y ahora trabajabas en una pequeña editorial que iba tomando renombre. También como la boda de Jiwoo-noona había resultado bien. Tuviste que tomar muchas fotos y me mostraste algunas. Si tuviera que escoger mi favorita sería la de tu prima solterona atrapando el ramo, su cara era épica al empujar a tres chicas más.
De alguna forma las semanas siguentes creía ver un brillo en todo lo que hacía en especial cuando respondía alguno de tus mensajes o simplemente nos juntabamos para tomar un café. Al parecer mis compañeros de trabajo también lo notaron pero no hacian muchos comentarios al respecto. Todo iba bien. Demasiado bien para ser sincero.
Nos habíamos reunido para cenar, no quería considerar esas esporádicas salidas como citas, sentía que solo eran falsas esperanzas. Como sea, charlabamos tranquilamente, el restaurante era pequeño al igual que la agradable señora que lo atendía quién nos dio un par de tazas de té como cortesía por el frío clima de aquella noche.
--Es por cuenta mía, al igual que la primera botella de soju. --Sonrío la señora mientras volvía a la cocina sin dejarnos contestar.
Ambos decidimos aceptar y dejar una propina generosa, estabamos algo cansados por nuestros trabajos, sin embargo parecía que tenías energías de sobra como siempre, las que utilizabas para enfatizar con los brazos TODO lo que decías. Tal vez el soju de esa noche también contribuyo a aquello.
De repente tú celular empezó a sonar en medio de una anécdota sobre cómo perdiste un sombrero, al parecer estuvieron involucrados un ganzo y una máquina de palomitas de maíz o algo así, sólo decías incoherencias. Sin embargo no atendiste.
Volvió a sonar el teléfono y te levantaste algo tambaleante.
Debería haberte quitado la tercera botella de soju.
--Disculpa debo contestar está llamada-- sólo asentí en respuesta mientras salías del local para contestar.
Creó que esperé unos diez minutos, en donde solo me didique ha ver la escasa decoración que no recuerdo a detalle, también estaba algo ebrio. Sentí una rafaga de aire frío chocar contra mi rostro cuando volviste a entrar temblando ligeramente y con una expresión algo molesta.
--Lo siento Yonnie-hyung, tendré que ir a casa está noche-- dijiste sin muchos ánimos una vez volviste a tomar asiento en la mesa. Se suponía que esa noche te quedarías en mi departamento.
--Entonces te acompañare..--me miraste un poco incrédulo-- me queda de pasada, además estás medio ebrio y medio burro..
--¡Burro tu abuela!-- solo sonreí burlescamente mientras hacías ese adorable gesto con los labios, pero eso también significaba que la había liado muy grande.
Un silencio tenso se instalo entre ambos.
--Lo siento, el alcohol también me afecto un poco..-- dije.
--Si de verdad lo sintieras pagarías.-- parecías desinteresado. Creo que sabía por dondé iba esto
--Olvidaste tu billetera ¿cierto?-- fingiste no escucharme y terminaste tu comida.-- esta bien.. tú ganas-- suspire mientras sacaba mi billetera-- esta vez invitaré yo-- te lanzaste a abrazarme provocandome una enorme incómodidad por no saber como corresponder correctamente.
Proseguimos a retirarnos del local luego de pagarle a la señora. De verdad habías olvidado tu billetera en casa por eso mismo tu compañero de departamento te había llamado.
Hasta ese momento Jimin no era un tema que habíamos tocado, primero porque por alguna razón no solías mencionarlo mucho y segundo no estaba seguro de querer conocerlo, por alguna razón la idea no me agradaba; ahora que ha pasado el tiempo me doy cuenta que tenía razón.
Empezamos a caminar, ya era de noche y estaba bastante oscuro. Cada uno iba en su mundo.
Por suerte tu edificio estaba a unas 5 cuadras y el camino no fue tan largo.
--Gracias por acompañarme y pagar la cena-- volviste a abrazarme, de alguna forma tus brazos eran escurridizos y se colaron en mi cintura-- Hyung, estas calentito-- sonreiste sin soltarme. Yo solo me quede congelado y disfrutaba de una u otra forma cada segundo. Tú eras el verdaderamente cálido de los dos.
Por nuestra pequeñísima diferencia de estaturas mi cara quedo en tu cuello, pude aspirar tu aroma llenandome de paz, de alguna manera todo tú es asquerosamente relajante. Al mismo tiempo trataba de mantener la cordura para no intetar besarte.
Permanecimos abrazados por algunos minutos más, realmente no quería que me soltaras.
--¿HoSeok-Hyung?..--escuchamos una tercera voz, algo aguda. Te separaste levemente pero sin soltar mi cintura, girando la cabeza para ver a la persona que estaba a tus espaldas y yo también aproveche a mirar.
Era un chiquillo de cabello anaranjado con gafas redondas, como las de Harry Potter.
--¿Jimin?
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Tinta |YoonSeok|
Fiksi PenggemarDespués de tres años sin verse, el amor de YoonGi sigue intacto. |YoonSeok| |Homosexual| |Mención de otras parejas| |Capítulos cortos| |La imagen original usada en la portada no me pertenece, por lo que los créditos de esta pertenecen a su respecti...