Capítulo 4

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Al llegar cerró la ventana con cuidado y se despojó de sus prendas de vestir: polerón, zapatillas, pantalón, polera. Quedándose con su pura ropa interior. Caminó hacía una comoda y sacó una polera gris y un short de color naranjo, se los pusó y se metió entre las sábanas, acomodandose lo más posible para que el sueño se lo llevará pronto a su mundo, lo cual no funcionó.

«°»

A su puerta tocó alguien y supo que ya era hora de levantarse, a pesar de no haber dormido más allá de una hora. Se levantó roboticamente y fue al closet al lado de la comoda sacando ropa. Luego fue al baño y se ducho, ya que anoche no lo hizo.

10 minutos después ya estaba abajo mirando a SuHo comer, mientras el finjia hacerlo.

Camino a la universidad no hubo gran charla entre ellos, pero al menos sirvió para que SuHo liberará un poco de preocupación con respecto a Lay y su despiste con los refrescos de la casa.

Al entrar a la universidad Tao sintió la presencia de ese chico nuevo cerca y le buscó con la mirada encontrandolo apoyado en un muro a unos metros más allá, con una sonrisa mal intencionada en sus labios mientras lo veía descaradamente de arriba hacis abajo, Tao era consciente de la belleza que poseía, sus padres biológicos se lo dijeron incontables veces cuando aun vivían juntos y en armonía, le advirtieron también que eso podía llamar la atención de gente no deseaba, Tao gruñó internamente y se giró para caminar en dirección contraria a del tipo. Algo en el le decía que solo tenía malas intenciones, la esencia del infierno claramente tenía que ver en ello y como no quería verse involucrado en disputas o riñas era mejor alejarse.

Al cabo de 10 minutos ya todos los alumnos estaban en sus respectivas aulas. A Tao le tocaba matemática crítica, la misma materia en la que llegó ese sujeto. Tao se posicionó en la primera fila, siendo ese uno de los asientos menos queridos entre los alumnos, lo bueno de ello era que estaba casi 100% asegurado que nadie se sentaría con el.

La clase iba a dar inicio cuando tocaron a la puerta, el profesor puso una mueca que no se disimulo del todo.

-Adelante- dijo el profesor. Tao no prestó atención a quién ingresó a la sala, hasta que escuchó su nombre.

-¿Me puedo sentar aquí, Tao?- Tao alzó la cabeza al escuchar esa profunda voz, viendo a aquel chico que últimamente había obtenido mas de su atención.

Tao se lo pensó, y hubiera demorado más si el profesor no le estuviesen mirando con el ceño fruncido.

-Está bien- contestó Tao y miró al frente.

El chico se acomodó en la silla y sacó un cuaderno y un lápiz, la atención de Tao se desenfocado del pizarrón y fue a para al cuaderno del sujeto, trató de ver que escribía en aquella hoja con una letra majestuosa, no era chino, tampoco inglés, sino latín, Tao realmente se sorprendió y no pudo evitar girar su rostro por completo para ver la maravilla de escritura.

-¿Sabes latín?- preguntó el sujwto nuevo, alzando la vista hacis Tao, percatandose de que había atrapado su atención.

-Nihil (no)- contestó Tao. El nuevo sonrió.

- Tu loqueris aliam linguam? (¿que otro idioma hablas?)- preguntó.

-Viele mehr (muchos más)- contestó en alemán girando su rostro hacia el profesor que escribía algo en la pizarra.

Descubriendote.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora