Los Hermanos T©

22. No puede.

Teníamos gafas de sol todos, estamos en la escuela a las 7:00 a.m. gracias a que los autobuses salen a esta hora, Samantha esta mas que muerta y con gelatina aún en su cabello, mis hermanos están casi durmiéndose parados y tenemos que explicarle a Profesor Augusto (quien es uno de los múltiples chaperones que la escuela contrató para cuidar a decenas de estudiantes) porque nos vemos devastados.

Escucho los gritos del Coach Benson como reprende a mis hermanos verbalmente, ellos solo asientes, la mayoría del equipo estuvo en la fiesta de ayer cuando específicamente el Coach recomendó que no hicieran nada de ese tipo para llegar descansados.

— ¡Debías poner orden Tobías, eres el capitán, tú debes poner el ejemplo! —regañó.

— Lo siento Coach, no volverá a pasar —habla mi hermano.

— Claro que no volverá a pasar Tobías, porque tú sabes que es tu último campeonato —lo miro mal el entrenador.

El profesor Augusto comenzó a hablar diciendo que ya subamos a los autobuses, mis hermanos tuvieron una charla entes para que fuera en su autobus, no sin antes prometer que Samantha y Chris. Asi que con todos los chicos del equipo subimos.

— ¡¿Quienes somos!? — grito Tobias.

— ¡Los mejores! — gritaron todos.

— ¿¡Quienes perderan?!

— ¡Ellos! — gritaron.

Sonrei al escucharlos tan entusiasmados, me encanta ver a mis hermanos así.

— ¿Te sentarás conmigo? —Dylan me hablo, asentí viendo cómo mis amigos se sentaban Justo atras de nosotros.

— Es genial nena, nuestro primer viaje juntos —sonrió Dylan.

— Lo se, esto es grandioso —mire como Tyler se sentaba con Taylor, Tate con Trent y Tobías con Boris.

— ¡Fran! ¿Tienes sándwiches? Tengo hambre —camina entre todos Tyler.

— Hermano, acabamos de subir y desayunamos hace no menos de 20 minutos —habla Trent.

— Tengo hambre hermano, no me importa si comí hace un segundo El hambre sigue ahí —mira a Trent.— dame comida rápido, estar con hambre me pone de malas.

Abrí mi mochila para sacar un sándwich, sin darme cuenta al sacar el sándwich la nota con el número de Lisa cayó al piso.

Me levante rápido a tomarlo y le di el sándwich a mi hermano.

— ¿Sucede algo? —pregunto Dylan, negué.

«¿Quieres respuestas? Háblame» seguido por el número.

Anote el número en mi móvil y entre a la sección de mensaje buscándolos.

«Soy Francesca, ¿de que tipo de respuestas hablas?»

Medite, mucho, mirando mi móvil y sin darme cuenta el bus ya estaba avanzando.

Envié ese mensaje. Cerrando los ojos sin pensar que había hecho.

— Jugemos a algo —gritó Trent.— ¿verdad o reto?

— ¡Te reto a que beses mi trasero! —gritó Taylor. Todos rieron, incluyéndome. Mis hermanos son patéticos aveces.

— ¿Verdad o reto, Boris? —río Trent mirando al chico que está alado de mi hermano.

— ¿Es verdad que Brittany y tú están juntos? —preguntó mirando serio al chico.

— Es falso, la chica solo quiere tener la fama que sale con un chico del equipo porque la hermana de los T lo hace —hablo el, todo el mundo comenzó a gritar unos seguidos 'ohhh' mientras reirán.

— Mi turno, —hablo Boris.— ¿Verdad o reto, White?

— ¿Quien de los dos?

— Matthew —Boris miró al más pequeño de los White.— ¿Te haz metido con alguien del equipo?

Mire como Matt se sonrojaba.

— Si, y no diré nombre —se encogió de hombros viendo cómo todos se miraban entre sí, intentando adivinar si su compañero de alado podía o no ser gay.

El transcurso del camino fue así, retos, charlas, pláticas, siestas y también muchas flatulencias de partes de los cerdos quien se hacen llamar personas.

Ahora estábamos en un autoservicio, yo baje a los baños mientras mis hermanos iban a comprar comida chatarra, era de esperarse.

— Francés, tu móvil esta sonando —me dijo Samantha desde afuera del baño, ya que le había dejado los cosas.

— Pásamelo —ella me lo tendió por abajo del baño.

— ¿Alo? —hable.

— ¿Francesca? Soy Lisa —escuché su suave voz.

— Oye, en verdad me gustaría hablar pero ahora estoy... ocupada ¿puedes hablar más tarde? —hable un poco incómoda.

— ¿Nos vemos hoy? —preguntó.

— No puedo, voy en camino a California, mis hermanos jugarán el campeonato —hable, más incómoda.

— ¿California? ¿Donde exactamente? —preguntó.

— Sacramento.

— Yo... puedo ir ahí, puedo verte en La campeonato —dijo ella.— podemos hablar, se donde es.

— Está bien —colgué.

Salí del baño, Sam estaba viéndose en el espejo, aún no se creía verse sin tanto maquillaje como acostumbraba, pero ahora con un poco ya es sufiente .

— ¿Quien era? —pregunta ella.

— Una chica, tiene algo que decirme. Debo de platicarte esto Sam, es muy personal —hable, ella asintió.— desde que llegue han pasado cosas extrañas, unos chicos que ni siquiera conozco llegan a hablarme y mis hermanos actúan demasiado sobre protectores conmigo. Ayer, llegaron 3 chicos y los corrieron una de ellos me dio su número y me contacto para decirme la verdad.

— ¿Rubios?

— Si.

— Unos chicos guapos, rubios estuvieron preguntando por ti y por tus hermanos. Uno de ellos, Samuel me hablo, antes que tú y yo fuéramos amigas, me preguntó si hace cuando habías regresado y le dije que hace poco —medite, Samuel fue el chico que me fue a ver a la escuela hace unos meses.— me preguntó acerca de donde estuviste todo esté tiempo, yo no sabía eso así que no pude responderle, me hizo muchas preguntas acerca de tus hermanos.

— Es extraño, no se quien es.

— Fran, me dijo algo que no se si sea cierto —me miro.— me preguntó, y cito, «¿Sabe que es adoptada?».

¿Que?

— Yo iba a iniciar ese rumor, pero al día siguiente rompí con Jamie y me ayudaste, eres grandiosa Fran así que no dije nada porque no sabía si era cierto o no —me hablo ella, atenta, esperando mi reacción.

— ¿Adoptada? —me reí.— es patético, tengo los ojos de Travis.

— Lo se, por eso no mencione nada. —rodó los ojos.— será mejor salir, el autobús nos dejará.

Asentí y la seguí.

¿Adoptada? ¿Cómo rayos sería posible?

Negando salí del baño, observando cómo mis hermanos jugaban y hablaban entre ellos, los observé detenidamente, ellos se parecen, tienen en mismo color de cabello, ojos cafes claro y en cambio yo, rubia, una tonalidad de piel clara y mis ojos azules.

No puedo ser adoptada, es patético, absurdo y sin sentido, lo sabría si fuera adoptada, papa me hubiera dicho, mis hermanos me hubieran dicho... pero, mis hermanos me aman demasiado como para decirme eso, para romperme la hermosa y maravillosa vida que tengo.

No puedo ser adoptada.
No puedo no sé su hermana.
No pueden no ser mis hermanos.
No pueden mentirme de ese modo.
No pueden.