Hoy era la ultima función que presentaríamos y me sentía aun más nerviosa que la primera
Mis manos frías tocaban el libreto donde venían mis lineas, lo extraño es que todavía nos obligaban a ensayar con el pese a que teníamos más de un mes con la obra y este era el ultimo ensayo, me llenaba de nostalgia, al principio dudaba mucho de mi capacidad para pararme delante de muchas personas pero cada vez que me paraba en el escenario los nervios parecían ceder, estaba orgullosa de mi misma por haber logrado esto
-Tierra llamando a Aurelie-dijo Patti una de mis compañeras del teatro
Parpadee un par de veces estaba absorta en mis pensamientos
-Perdona, estaba distraída
-Me di cuenta-dijo poniendo una mano en mi hombro-¿puedes creer que es la ultima función?
-Lo sé es increíble, tardare en desacostumbrarme a venir casi todos los días al mismo lugar
-Si, da nostalgia-dijo con una media sonrisa
(...)
Ya casi estaba todo listo para empezar la función
Dios, la ultima función, entre más lo decía menos me lo creía
Salí a escena para encontrarme con el teatro aun mas lleno que las otras veces, mis ojos iban a empezar a aguadarse debido a la emoción pero no lo permití este no era el momento, me enfoque en dar una buena actuación y hacer que el dinero que la gente había pagado por vernos valiera la pena
Al terminar el director de la obra salio a escena para decir algunas palabras por la culminación de la obra, después de eso volví al camerino para cambiarme
Y casi como si de un deja-vu se tratase unas rosas estaban arriba del tocador como la otra vez
Descarte todos los posibles nombres en mi mente camino ah agarrar la tarjeta para averiguar de quien se trataba
Cooper
Pensé que se trataba de alguna broma pero al ver la caligrafía me convencí de que en serio tenía que ser él, la misma con la que ponía anotaciones en nuestros libretos. Con la tarjeta en mis manos corrí de nuevo hacia el hacía el escenario, pero solo me encontré con butacas vacías, claramente él no estaba ahí
La decepción empezó a crecer rápidamente en mi haciendo que arrugara la pequeña tarjeta contra mi pecho
(...)
Al llegar a casa puse las rosas encima de la mesa del comedor, me permití tomar una y acariciar sus pétalos para luego ponerla de vuelta en su lugar
De un momento a otro las lágrimas se apoderaban de mi cara y caían libremente por esta
Saque la nota arrugada de mi bolsillo y la vi con más detenimiento
Lo siento por todo, Aurelie
Pequeñas gotas de lágrimas se juntaban con la tinta de la tarjeta arrugada estropeando la perfecta caligrafía de Cooper
-No necesito una disculpa, Cooper-dije entre sollozos-te necesito a ti
