⚡️¿Huyendo de que?⚡️

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POV'S MAX

Me encontraba tranquilamente pensado en cómo podría hacer que Chloe fuera una secuaz malvada para algunas travesuras, ya que si, mi pequeña hermana tiene potencial, es especial con su poder de teletransportación, pero no para ser una súper villana. Phoebe ya la arruino en ese aspecto y no había nada que pudiera hacer al respecto.

— ¿Escuchaste eso? —me dijo el doctor Coloso y yo me levante levemente poniendo el peso sobre mis codos.

— ¿De que hablas?

— ¿De eso? —volvió a repetir—. ¿Lo escuchas?

Me quede callado intentando oir algo.

— Yo no escucho nada.

— Son tus inservibles orejas de humano, no tienen ningún uso —rodé mis ojos de inmediato—, en cambio mis hermosas y muy útiles orejas de conejo lo detectan todo. Y escucho algo.

Me acosté de nuevo. Las dos de la mañana no era hora para escuchar las paranoias de Coloso.

Cuando estaba a punto de quedarme dormido se escucho algo estrellarse contra alguna pared. Me levante por completo en menos de un segundo y miré a Coloso.

— ¿Lo ves? —agacho sus orejas y me miró fijamente—. Te lo dije.

Rodee mi ojos por una milésima de segundos y después tome una raqueta que le había robado a la vecina de enfrente. Subí las escaleras y rápidamente me dirigí a la parte trasera, pasando por la sala, tratando de no hacer ruido.

Al llegar al patio trasero puede ver cómo alguien intentaba subir al segundo piso trepando por una cuerda, después maldijo por lo bajo y enseguida identifique la voz de la persona.

— ¿Alex? —pregunté sin poder evitarlo. Y segundos después ella cayó un par de metros al suelo y maldijo nuevamente. Yo la miré sorprendido mientras se levantaba.

— Oh, hola Max. —se sacudió sus manos en sus jeans negros.

— ¿Porque estás vestida así? —toda su ropa era color negro, parecía que era su disfraz para asaltar un banco, incluso su gorro negro cubría casi todo su cabello rubio, pero al caer se desacomodo un poco dejando ver un poco del mismo.

— ¿Calentamiento global? —dijo al encogerse de hombros. Rodee mis ojos sin creerle.

— ¿Sabes? Más importante aún, ¿que haces aquí? —al instante se quedó estática.

— Eh... yo. Umh... —note por su expresión asustadiza que está inventándose una excusa, pero al parecer no se le ocurrían nada. Cruce mis brazos en mi pecho, esperando su respuesta. Miraba a todos lados, como si eso la fuese a salvar y de repente su rostro se iluminó ligeramente. Miró de nuevo a su alrededor y luego puso cara de confusión—. ¡Oh, vaya! ¡Este no es el centro comercial! Bueno... —hundió sus hombros— adiós.

Camino junto a mi, pasándome de largo, pero justo antes de que se fuera me giré rápidamente y la tome del brazo, haciéndola voltear bruscamente. Al parecer el jalón fue muy fuerte pues quedó a centímetros de mi cara. Al principio había sorpresa y molestia en sus ojos, pero después pasó a ser curiosidad. Sentía un ligero cosquilleo en el estómago y mis ojos se posaron en sus labios. No sabía el porque y tampoco sabía lo que pasaría, pero una parte de mi estaba ansiosa.

Me acerqué un milímetro más antes de que el dolor apareciera en mi garganta. La tome y trate de tranquilizar los alaridos que salían de mi garganta sin poder evitarlo, empecé a toser ligeramente mientras caminaba hacia atrás y termine cayendo al suelo en cuestión de segundos.

The Thundermans...algo asíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora