El Gran Árbol
Hace mucho tiempo, en una tarde de otoño, un niño que se llamaba Juan y su padre se fueron a un bosque lejos del pueblo para ir a buscar setas. Una vez allí el padre le dijo a su hijo que se quedara cerca del coche que él se iría a lo más profundo del bosque, Juan acepto la propuesta del padre. Cuando se separaron Juan empezó a buscar, de repente escucho un cascabel y Juan sorprendido se fue hacia el sonido de dónde provenía el cascabel. Siguiendo el rastro del cascabel encontró un gran árbol con una flecha trazada en él que indicaba hacia el suelo. Juan observo el suelo atentamente pero no vio nada, volvió alzar la cabeza y vio una pequeña palanca al lado de la flecha y tiro, se le abrió un hoyo en la corteza del árbol y decidió entrar en él. Cayó por un tubo que le llevó a una enorme sala con mucha luz.
Cuando los ojos de Juan se le adaptaron a ese esplendor reconoció a unas figuras humanas, un chico y una chica le observaban atentamente. Sin darse cuenta Juan se durmió. Al despertarse estaba atado en una silla con una cuerda y volvió a ver a ese chico y a esa chica. Juan les preguntó dónde estaba, pero el chico y la chica no respondieron. Al cabo de un rato el chico le pregunto a ver que hacía allí, Juan respondió que estaba en el bosque con su padre y que escucho un cascabel que lo llevo hasta el gran árbol. El chico lo miro sorprendido y pregunto de nuevo como se llamaba, Juan respondió. Le hicieron muchas preguntas por si podían confiar en él. Después de todas las preguntas vinieron dos hombres que lo llevaron hasta un calabozo.
Al cabo de un día le sacaron, le dieron de comer, y el chico le llevo a su nueva casa que habían construido. Una vez dentro de la casa el chico le explico que esa sería su nueva casa hasta que pudiera salir de allí, pero que mientras permanecía dentro del mundo de las hadas tenía que ayudarlas. Durante los siguientes días Juan iba aprendiendo de como trabajaban las hadas.
Hasta que un día normal y corriente dentro del mundo de las hadas Juan escucho un sonido muy fuerte y de repente todas las hadas que trabajaban a su alrededor dejaron rápidamente lo que estaban haciendo y fueron a buscar refugio. Juan como no sabía lo que estaba pasando hizo lo mismo que todos, buscar refugio. Cuando lo encontró vio que había un hada y le pregunto qué estaba pasando, y el hada le respondió que eran los topos, unas criaturas que se comían todo lo que encontraban a su paso. Miro por la ventana y vio que había unas hadas armadas que empezaron a atacar a los topos, al cabo de muchos intentos por fin acabaron con ellos, y toda la población lo celebro. Esa noche había un bufet para todas las hadas.
Al cabo de unos días después del desastre Juan pregunto cómo podría volver a su casa, el chico le respondió que en una noche con luna llena y toda la luz enfocara la corteza del gran árbol el portal se abriría y solo así podría salir. Esa misma noche era luna llena así que el chico fue hacia casa de Juan y le dirigió hacia el portal. Cuando eran las doce de la noche un enorme destello cegó a Juan y al chico. Tenían poco tiempo antes de que se cerrara el portal así que se despidieron y Juan atravesó el portal y apareció en el boque donde había desaparecido. Allí su padre estaba buscándolo por todas partes hasta que le encontró. Esa noche Juan se llevó una sorpresa al llegar a casa, porque su madre y sus hermanos le estaban esperando con una fogata en el jardín para empezar a cocer la carne. Al ir a dormir Juan pensó que había sido la mejor aventura que había vivido.