Día 2 - Primera cita

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Después de aquella inesperada confesión no sucedió mucho, solo todo el salón se alarmó, Midoriya estaba rojo y sentía vergüenza por lo que había hecho su amigo al igual que Uraraka, quien se cubría el rostro con ambas manos entre abriendo los dedos para poder ver que pasaba después.

Los gritos animados y los chiflidos no se hicieron esperar, había algunos gritos que animaban a Todoroki a aceptar, otros lo animaban a tomar el ramo de flores y besar al de lentes, pero no hizo ninguna de las dos, después de analizar la situación, decidió hablar.

—Está bien, vayamos al parque.

Fue un tono tan seco, que toda la euforia se detuvo con tan solo escuchar esas palabras, dejando a todos desconcertados de aquella respuesta tan... ¿Normal? No sabían cómo describirla.

Iida por su parte estaba contento, tendría su primera cita con Todoroki.

Pasaron un par de días para que la cita tuviera lugar, Iida iba bastante casual, traía puesto un pantalón beige, con zapatos negros y una playera de cuello color verde, mientras que Todoroki traía puesto unas bermudas color negro, tenis y una playera roja con una sudadera negra.

Ambos estaban caminando en un sendero, uno al lado del otro, sin decir una palabra mirando el paisaje, era un paseo tranquilo hasta que Iida sintió que algo le tomaba la mano.

— ¿Hm?... ¿Qué sucede, Todoroki-kun?

—Se supone que debemos andar tomados de la mano, estamos en una cita ¿no? —dijo Shoto mirando al de lentes.

—Tienes razón... —Iida analizó el suceso y después alzó la mirada un poco frustrado, pues era algo que había olvidado. —Entonces también debemos hacer esto.

Todoroki iba a decir algo cuando sintió que la mano del de lentes le tomó por la cintura, atrayéndolo hacia él, sintiendo sus labios sobre los suyos, estaban besándose, aunque era un beso muy torpe, puesto que no podía realizar la acción de manera coherente.

Cuando se separaron, ambos se miraron a los ojos y un sonrojo apareció en las mejillas de los dos, haciendo que se soltaran y cubrieran sus rostros de forma apenada.

Ninguno de los dos lo diría, pero aquel, era su primer beso, el primer beso de ambos, el primer beso que habían tenido juntos, no podían decir nada a causa del bochorno provocado por aquella acción pero ambos coincidían en que se había sentido muy bien y que querían volverlo a repetir.

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