Capítulo 1

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~ ARISBETH ~

Sábado a medio día, llevo casi dos horas intentando concentrarme enfrente de la laptop para terminar de escribir mi solicitud para la universidad. Lo peor de todo es que tengo mil razones por las cuales tengo tantas ganas de entrar a la facultad de artes y no puedo plasmarlas, que situación, una chica con sueños de ser escritora sin poder escribir.

Suena el teléfono y mi madre responde al instante, se le dibuja una sonrisa y la escucho decir "Aranza" con un tono que denota sorpresa y alegría. 

La tía Aranza, prima de mi mamá, eran muy unidas tanto que de pequeñas decían que eran hermanas. Mi abuela se la vivía en casa de Marisol, hermana de mi abuela, así que mi madre y sus hermanos y la  tía Aranza y sus hermanos se la pasaban juntos solo que ellas eran uña y mugre por tener intereses similares hasta que un día la tía Aranza se caso con un arquitecto reconocido, Fernando Fraga. Estuvieron al menos 10 años viviendo en la ciudad.

Mi mamá después de un año de la tía Aranza se caso con mi padre, para ese entonces la tía ya tenía un hijo, Derek. Mi madre un año después me tuvo y bueno, quisieron continuar con la unión como ellas la tenían.

Derek y yo éramos inseparables, tengo  muy pocos recuerdos vividos de nosotros dos pero tenemos muchas fotos juntos de pequeños. Luego de esos 10 años ellos se mudaron a la frontera por el trabajo del Sr Fraga, Derek y yo no volvimos a hablar, supongo que era normal que unos niños de 10  y 11 años no se buscaran.

- Arisbeth, cariño - dice mi mamá saliendo de la cocina-. La tía Aranza ha regresado y vendrán a cenar hoy a las 7, por fin conoceremos a los gemelos.

Ah sí, despues de años tuvieron unos hermosos gemelos, Alanís y Elliot. Ahora ambos ya tienen 5 años y por lo poco que mi mamá me ha enseñado son unos diablillos pero le hace mucha ilusión conocerlos, ella siempre quiso más hijos pero no pudo. 

No olvidemos el detalle de que hija única como tal no soy, tengo un medio hermano llamado Vincent, producto del engaño de mi padre así que tenemos la misma edad. Nos llevamos bien, salimos todas las semanas y ambos queremos estudiar en la misma universidad. 

Bueno, el punto es que vendrán a cenar. Mi mamá me pide que le ayude a tener todo listo, pedimos la cena del restaurante de siempre "Berlioz". La comida ahí es deliciosa y además tenemos descuento preferente porque mi madre es socia, es una de las cosas que sin duda admiro de ella, pero dejaremos esa historia para después.

Exactamente a la hora suena el timbre, mi mamá corre a abrir y voy detrás de ella. Al abrir la puerta mi mirada se concentra en Derek. Sigue siendo más alto que yo, la diferencia es que ahora se nota que hace ejercicio.

Le sonrió y él de inmediato baja la mirada. Todos entran y nos saludamos, excepto él que al entrar pasa de largo. ¿Qué le hice?

~ DEREK ~

Después de tantos años volveré a verla, sin duda alguna me siento listo para eso porque ya no siento nada por ella y menos después de todo lo que sucedió ese día.

Arisbeth es la verdadera razón por la que mi madre decidió que todos nos iríamos con mi padre por su trabajo. Tenía 11 años y sentía "mariposas" cada que veía a Aris, para mí era la niña más linda y dulce de la vida, me sentía con la necesidad de protegerla y un día después de haber pasado juntos toda la tarde al llegar a casa hice una carta para confesarle mi amor.

Mi madre esa noche entro sin avisar y la leyó, se puso furiosa, dijo que eso era una aberración y sobre todo un pecado y Dios me castigaría. Eso me atemorizo a mis 11, además de que me dolió que me dijera que se sentía decepcionada de mí. No se lo conto a mi padre, solo le dijo que estaríamos mejor si todos nos mudábamos por su trabajo pero en todos estos años cada que tenía la oportunidad me recordaba el tema.

Después de todos estos años regresamos a la ciudad y mi madre llamo a mi tía Isabel para reunirnos, no me sentía nervioso de ver a Arisbeth estaba confiado de que ya no sentía nada por él hasta que la vi.

Al verla fue como si ese sentimiento no se hubiera ido nunca, la tenía frente a mí tan linda. Ese cabello ondulado castaño, sigue teniendo esa mirada dulce. Ella me sonríe y yo, no puedo verla.

Me paso sin mirarla, la tía Isabel nos pide nos sentemos en el comedor. Ella se sienta justo enfrente de mí, no quiero parecer grosero pero tampoco quiero que mi madre tenga razones para darme un sermón despues.

Durante la cena la platica fue para ponerse al día, hasta que mi padre tuvo que irse por el trabajo y entonces mi madre y la tía Isabel comenzaron a hablar de sus memorias.  Mis hermanos ya están en el jardín jugando y Aris se fue con el pretexto de ver que no se hagan daño, me levanto y voy detrás de ella.

- Te pido una disculpa por ignorarte - me mira confundida -. Me refiero a que pude parecer grosero.

- No te preocupes, la verdad no lo note entre tanta emoción de nuestras madres - sonríe. - Entonces, estarás en la facultad de  derecho ahora en la ciudad?

- Si, tu madre menciono que tu quieres artes.

-Es por tu padre?

- No, la verdad es que no. Me gusta y qué hay de ti?

- Te mentiría si te dijera que no pero creo que en parte si. La decisión la tome despues de que mi padre leyó algo que escribí y me dijo que era bueno, ser escritora no parece mala idea. Como sea, eso ya pasó.

Me acerco a ella y la abrazo, ella lo permite y viene a mi mente cuando se entero que sus padres se divorciarian, ella tenía cinco y no dejaba de llorar y decir que porque no podía tener una familia como la de todos los demás.

- Hablemos de algo más, quieres.

Platicamos de todo un poco, el tiempo se pasa rápido y escucharla reír era algo que extrañaba mucho. Sin duda alguna mis sentimientos por ella no han cambiado.

-Mamá dice que ya nos vamos - me dice Elliot con esa tierna voz -. Te esperamos en el coche.

Me despido de Aris, le dejo mi chamarra y regreso a la casa. La tia Isabel me abraza y se despide, alcanzo a todos  en el auto. Al llegar a casa me voy directo a mi habitación, a los pocos minutos mi madre toca y entra.

- Derek, cómo te sientes? - se escucha sincera.

- Bien, por qué?

- Porque sé que puede haber sido dificil volverla a ver después de todo lo que...

- Mamá, todo eso ya es pasado. 

Ella sin decir más sale y cierra la puerta. Tomo el celular y le envio un mensaje a Ari: "Que gusto platicar contigo, deberíamos hacerlo más seguido. Bonita noche".

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⏰ Última actualización: Apr 20 ⏰

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