Grace Rowle, mi séptimo año en Hogwarts

Vuelta a la vida

Otra vez suena la alarma, aunque esta vez más temprano que otras veces. Ya que hoy volvemos a Hogwarts, vuelvo a la vida, ya que lo único que he echo en todo el verano ha sido ver un montón de series y películas mundanas, mandarme cartas con Natalie... Y escuchar música. Lo que he echo ha sido morirme después de que me entrara la esperada despresión adolescente en la que todos creemos que estamos solos. Aunque he conseguido salir.
Me levanto por fin de la cama y apago el despertador, son las 6 de la mañana yo a esta hora no soy persona. Me puse mis gafas y fui a ayudar un poco, ya que Brat no podía hacerlo todo solo. Cuando llego está también John ayudando, les doy un beso a mis dos hermanos y le ayudo a prepararlo todo para cuando los 18 Rowle que quedan se despierten. Desayuno rápido y me voy a mi cuarto para que no me pillen las avalanchas ni las peleas. Repaso para la maleta, junto con todos mis libros y cuando lo tengo todo decido salir de la habitación.
                               ***
Por fin llegamos a King's Cross y me deshago de todos los Rowle. Adoro a mis hermanos pero a veces son una pesadilla. Intento encontrar a alguien que conozca pero no conozco a nadie, así que me siento en un banco, mientras abro mi libro de dibujo y me dispongo a dibujar a cualquier persona que pase por delante. En ese momento veo a mi hermano John el cual da un abrazo a una pelimorada, la cual debe ser Karou su mejor amiga la cual va al lado de Lyra Potter, a esta última la conozco ya que coincidimos en algunas clases. Las dibujo a las dos dadas de la mano, todo disimuladamente claro, hasta que decidí entrar en el tren. En un principio me senté en una cabina vacía hasta que me dí cuenta que era mejor ir a buscar a alguien conocido con quién sentarme. Fui mirando por las cabinas hasta que encontré la cabina en la que estaba Natalie, me acerqué sigilosamente y la pegue un susto
- Tú eres tonta, Grace Rowle - Dijo mi gran amiga tocado se el pecho por el susto y riéndose
- Es que me lo has puesto a huevo - la contesté riendo
- Te odio - me respondió
- No, no me odios - dije sacando chocolate - Aunque si me odias me comeré todo el chocolate entero yo sola...
- Noooo! Yo te amo muchísimo - respondió riendo
- Lo sabía - la dí el chocolate.
Y ahora tocaba un largo viaje hasta llegar a Hogwarts y volver a la vida.