Y aquí estamos otra vez. Ensayos y más ensayos.
No me quejo de lo que he soñado toda mi vida, pero hoy me había cansado demasiado.
Los ensayos cada vez son más largos y más duros.
Dasha a penas podía hablar, por que estaba demasiado ocupada intentando recuperar la respiración. Yo por el contrario, milagrosamente, ya había recuperado las fuerzas y me fui ha practicar un poco más mi baile.
Esta semana habíamos prometido un nuevo clip a los fans y no podemos descansar ni un minuto.
Katya se acercó corriendo con dos botellas de agua.-Toma. - me dio una y la otra se la entregó a Dasha, que ahora respiraba normal.
-Gracias.- le agradecí sonriendo.
-Polina tengo una pregunta para ti, ¿ cómo puedes siempre estar sonriendo ? Creo que es una enfermedad.- preguntó Masha.
-No lo sé, pero tampoco creo que sea tan malo siempre sonreír. Peor sería si siempre estaría de mal humor y ser borde con todos. Como Nastya.
Nastya, al oír su nombre en ese contexto, me hizo una mueca de asco y me sacó la lengua. Las chicas nos reímos y yo en modo de disculpa abracé a Nastya. Esta se intentó soltar, pero cedió al comprender que no tenía ni una pizca de posibilidades de quitarme de encima.
Practicamos una última vez el baile todas juntas y nos fuimos a las duchas.
No me había traído el secador de pelo, así que volví a casa con el pelo mojado, en invierno y con -31 C°.
Creí que me iba a morir del frío, así que corrí hasta el apartamento.Todas vivíamos en un apartamento, pero algunas llegaban antes que las demás o después. Para nosotras no era obligatorio tener un horario estricto con llegar o irse del apartamento.
Llegué y abrí la puerta, con las manos temblándome de las frías que estaban las malditas llaves.
Me desvestí y me puse lo más cómodo pero calentito posible.Me quedé unos minutos tumbada en mi cama cuando escuché la puerta abrirse. Las demás ya habían llegado.
Pasaron los minutos y alguien entró en mi habitación. Era Anya.
Anya es nuestra líder, por ser la primera del grupo.- Ven, quiero hablar con vosotras. - me dijo con dulzura y se fue al salón.
Anya era como mi segunda madre. Siempre nos cuidaba y nos trataba como sus hijas.
Como todavía no había entrado en calor del todo, me llevé mi manta conmigo y me acomodé al lado de Dasha. Me apoyé en su hombro y Anya empezó ha hablar.
-Vale, lo que voy a decir os va ha parecer repentino, pero escuchadme primero y luego hablaremos.- todas asentimos y Anya continuó.- Nos han invitado a Corea para cooperar con una compañía que se llama BigHit Entertainment. Con esta compañía trabajan un grupo de chicos que se llaman BTS. Como somos muy parecidos con el género de música, nuestras coreografías están al mismo nivel y los temas de las canciones son iguales, han decidido que nos conociéramos de una forma muy peculiar.- ahí hizo una pausa y nos miró como preguntando "¿Alguna duda?" y al ver que no respondíamos continuó.- Vamos ha hacer un juego todos juntos. Pero, el mayor "pero" de esta historia es que cada una compartiremos una habitación con un chico de BTS elegido aleatoriamente.
Todas estábamos sorprendidas. Ahora era Nastya la que empezó ha hablar.
-¿Nos estás diciendo que, tendremos que compartir una habitación con un chico que apenas conocemos?
-Si.
-Ni hablar. No pienso dormir con un desconocido.
-Para empezar, habrá dos camas diferentes y los dos tendréis vuestro espacio personal. No veo ninguna razón para negarse. Ahora, levanten la mano todas las que quieran ir.
Dasha y yo levantamos la mano, después de nosotras también levantaron la mano Katya, Sasha, Masha y Anya.
Nastya permaneció un rato con la mano bajado, pero al final también la levantó y todas gritamos un "¡Urah!" y nos fuimos a nuestras habitaciones.
Anya también nos comunicó que BTS no saben hablar en ruso y solo uno de ellos sabe hablar muy bien en inglés.Dasha se vino conmigo a la habitación para empezar a estudiar coreano.
Estudiamos muy duro durante los dos meses para los que faltaba para el viaje.Creo que Dasha, Katya y yo éramos las únicas emocionadas de viajar a Corea. Siempre nos ha encantado la cultura asiática y queríamos saber más. Era la primera vez que viajábamos a Corea y estábamos muy felices.
Mi maleta estaba llena de ropa colorida y de zapatos para la primavera.
Al menos ahora una parte de la nieve se había derretido y ya no hacía tanto frío como antes.****
Ya en el aeropuerto, muchas fans nos habían reconocido y nos pedieron unos autógrafos y unas fotos.
El avión estaba muy vacío así que pudimos estar tranquilas todo el vuelo.
En Corea hacía menos frío que en Moscú, hasta había salido el sol y en algunas partes hacía calor. Menos mal que me traje ropa cómoda y apta para este tiempo.
Cuando salimos del aeropuerto grité a todo pulmón:
-¡Corea, aquí estamos!